Solo hay dos casos de este mal en todo Honduras
Gustavo Hernández, pediatra que atiende a Luis, explicó que la hemofilia que padece el pequeño es una patología muy rara.
“Se llama hemofilia por deficiencia de factor 13. En Honduras solo hay dos personas con esta enfermedad y una de ellas es Luisito. El cerebro se le volvió un coágulo de sangre, se comprometió muy seriamente su vida y se pensó que no iba a sobrevivir al trauma”, dijo el galeno.
El doctor explicó que “las secuelas con las que quedó el niño fueron devastadoras, a tal grado que quedó parapléjico y solo podía pestañear”, pero en un año y medio “logró ponerse de pie, dominar su cabeza, controlar su tronco y con ayuda ya dio sus pasos; este es un gran avance para este guerrero de la vida”.
Hernández, que inculcó el amor por Motagua a Luis regalándole una trajecito del Mimado, dijo que esperan “que en los próximos años el infante tenga un desarrollo normal que le permita integrarse a la vida productiva de nuestro país”.
El experto en la materia afirmó que el tratamiento que recibe el originario de San Matías “está fuera del alcance de cualquier hondureño porque estamos hablando de miles de millones de lempiras y debe ser de por vida”.
El proceso consiste en que cada 45 días “él viene a que lo canalicemos para tener los niveles óptimos de factor 13 y así evitar que vuelva a sangrar de la cabeza, porque eso puede volver a ocurrir”