Trasladan a 190 peligrosos reclusos a cárceles de máxima seguridad
Máxima seguridad Con esta acción de las autoridades policiales ya son alrededor de 2,500 privados de libertad los que han sido trasladados a las cárceles de máxima seguridad El Pozo I y II, en Ilama, Santa Bárbara, y en Morocelí, El Paraíso
Un total de 190 reclusos considerados de alta peligrosidad fueron trasladados ayer a las cárceles de máxima seguridad.
La mayoría de trasladados corresponde a miembros activos de diferentes maras y pandillas.
El operativo fue ejecutado por la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) y la Policía Militar de Orden Público (PMOP), el cual comenzó a las 6:00 de la mañana.
Los reos fueron llevados hacia las prisiones recién construidas, denominadas El Pozo I y El Pozo II, ubicadas en Ilama, Santa Bárbara y en Morocelí, El Paraíso.
La operación fue coordinada por el Instituto Nacional Penitenciario (INP) y se realizó de manera simultánea en seis centros penales del país.
Esa acción se hizo con el objetivo de reducir el hacinamiento que existe en las cárceles del país.
Del total de trasladados se llevaron hacia la cárcel de El Pozo I, en Ilama, Santa Bárbara, a 53 privados de libertad que estaban en el centro penal de Santa Bárbara, uno en Copán, uno en el anexo del Segundo Batallón de Infantería en Támara, Francisco Morazán y cuatro desde el centro penal El Pozo II, en El Paraíso.
También se trasladó a otros 98 reos que guardaban prisión en las cárceles de El Progreso,
Yoro, y ahora están ubicados en el centro penal El Pozo II.
De la cantidad anterior, 28 son miembros de la Mara Salvatrucha MS-13 y 25 son integrantes de la Pandilla 18. Los demás trasladados están presos porque fueron acusados por distintos delitos considerados de criminalidad organizada.
Mientras que desde el centro penal de La Ceiba, Atlántida, se trasladó a otros 32 reclusos a la cárcel de Ilama y dos mujeres a la Penitenciaria Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) en Támara.
Según autoridades policiales, estos últimos eran considerados los reyes de la extorsión en La Ceiba. Los 32 imputados fueron capturados por la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) en distintas operaciones realizadas.
Con esas acciones, las autoridades penitenciarias también buscan mejorar la condición de vida de los internos y mantener una estricta vigilancia permanente a los reclusos de alta peligrosidad. Hace dos meses se escaparon al menos 20 miembros de la Pandilla 18 del Centro Nacional Penitenciario de Támara. Con el nuevo traslado ya suman alrededor de 2,500 privados de libertad recluidos en las cárceles de máxima seguridad, desde que se abrieron.
Esa iniciativa forma parte de la transformación del sistema penitenciario, que es realizada por el gobierno del presidente Juan Orlando Hernández.
El operativo se realizó bajo fuertes medidas de seguridad y los reos fueron llevados en helicópteros hacia las cárceles de máxima seguridad.
El sistema penitenciario de Honduras alberga a 18,800 reos y su capacidad máxima es de 8,000 privados de libertad, es decir, está colapsado.
Rigurosidad
En estas cárceles, los reclusos permanecen bajo vigilancia las 24 horas del día, ya que hay cámaras de seguridad instaladas en el perímetro interno y externo, las cuales son monitoreadas por personal certificado.
Los presos de alta peligrosidad permanecen en sus celdas y solo una hora al día son llevados a un espacio acondicionado para que reciban sol y no tienen interacción con los demás internos. Asimismo tienen prohibido totalmente las visitas