Diario El Heraldo

Nuestra nación

- Henry A. Murillo Arteaga ALIABRAHAM­721@HOTMAIL.COM

Deseo compartir, ante todo, verdades que se aplican a cualquier país que ha sido o está siendo gobernado por supuestos estadistas que creen que ha gobernado o están gobernando como nadie jamás lo ha hecho, cito a Gibrán Khalil Gibrán en sus libros “El jardín del profeta” y “El profeta”. “Amigos míos y compañeros de ruta, compadeced a la nación que está llena de creencias y vacía de religión. Tened piedad de la nación que lleva vestidos que no teje ella misma, que come un pan cuyo trigo no cosecha y que bebe un vino que no mana de sus propios lagares. Compadeced a la nación que aclama a un fanfarrón como a un héroe, y que considera bondadoso al oropelesco y despiadado conquistad­or. Compadeced a la nación que desprecia las pasiones cuando duerme, pero que, al despertar, se somete a ellas. Compadeced a la nación que no eleva la voz más que cuando camina en un funeral, que no se enorgullec­e sino de sus ruinas, y que no se rebela sino cuando su cuello está colocado entre la espada y el zoquete de madera. Compadeced a la nación cuyo estadista es un zorro, cuyo filósofo es un prestidigi­tador y cuyo arte es un arte de remiendos y gesticulac­iones imitadoras. Compadeced a la nación que da la bienvenida a su nuevo gobernante con fanfarrias, y lo despide con gritos destemplad­os, para luego recibir con más fanfarrias a otro nuevo gobernante. Compadeced a la nación cuyos sabios están aniquilado­s por los años, y cuyos hombres fuertes aún están en la cuna. Compadeced a la nación dividida en fragmentos, cada uno de los cuales se considera una nación”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras