Pandillas estaban bien apertrechadas en Támara
Tenían fusiles AK-47, AR-15, miniuzis, fatigas y dinero. Presidente dice que los pandilleros ya no ordenan crímenes.
Fusiles AK-47, AR-15, miniuzi, lanzagranadas, pistolas, proyectiles, granadas, cargadores, fatigas, armas blancas y dinero en efectivo eran tan solo parte de la botija que tenían enterrada quienes durante años sembraron el terror desde la cárcel.
Agentes de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) inspeccionaron las áreas del Centro Nacional Penitenciario de Támara, donde permanecieron privados de libertad integrantes de la Mara Salvatrucha (MS-13) y la pandilla 18.
Hace tres meses fueron trasladados a las celdas de máxima seguridad en Ilama, Santa Bárbara, conocida como El Pozo I,y a la de Morocelí, El Paraíso, denominada El Pozo II.
Desde la mudanza, las autoridades han venido realizando una minuciosa revisión de las módulos que ocupaban los pandilleros. Ayer se presentaron los resultados que dejó la Operación Morazán.
Hallazgo de horror
Al hacer un trabajo combinado entre diferentes instituciones operadoras de justicia, los primeros hallazgos fueron dos osamentas.
El hecho se registró el pasado 2 de agosto, mientras que el 27 del mismo mes se hallaron los restos de otras dos personas.
Las acciones de Fusina no pararon y al hacer una revisión de las celdas se encontraron armas de diversos calibres y otros objetos.
El presidente de la República, Juan Orlando Hernández, recibió el informe por parte de las autoridades de Fusina y en conferencia de prensa que se llevó a cabo en las instalaciones de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), al referirse a lo encontrado en las celdas, dijo que “los pandille-
ros estaban en las condiciones para enfrentar de manera violenta cualquier intento de traslado para las nuevos centros carcelarios”.
El mandatario aseveró que en los módulos de máxima seguridad los privados de libertad ahora “están más seguros que cuando estaban en las otras cárceles del país”.
Hernández detalló que para la próxima semana se tiene previsto exponer otro arsenal que fue encontrado en las celdas del centro penal de Naco, Cortés.
Ingenio
El general Isaías Alvarez Ubina, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, al conocer la cantidad de armas que se encontraron en el penal de Támara dijo que los privados de libertad “usan el ingenio” para esconder las armas que ingresan a los centros penitenciario y “vale la pena conocerlo”.
A raíz de los artefactos y armas encontradas, el jefe castrense asegura que para los miembros de Fusina “cada día es una nueva experiencia al estar entre los grupos delictivos”.
“Es interesante conocer cómo hacían los reos para esconder el armamento”, dijo. Sin embargo, dejó a un lado la pregunta de cómo hacían para introducirlo al penal.
álvarez Urbina detalló que en el penal de San Pedro Sula se observó que algunos focos aparentemente para alumbrarse “eran cámaras utilizadas para observar a los custodios al igual que a los miembros de las fuerzas de seguridad que llegaban a pasar las inspecciones”.
“Son cámaras que con los teléfonos celulares podían observar los movimientos de las personas que entraban y salían a las celdas”, detalló.
Escondites
En cuanto a los sitios donde los criminales almacenaban las armas de grueso calibre, comentó que lo hacían en canaletas donde hacían espacios para colocar los artefactos.
Los agujeros donde colocaban las armas estaban cubiertos con lámparas y se observaba algo normal, prosiguió.
“Mientras que en medio de las columnas guardaban las armas y demás objetos que fueron encontrados en las celdas, por lo que en el penal de San pedro Sula fue impresionante ver cómo los privados de libertad de forma ingeniosa hacen esos detalles”, manifestó. El general álvarez explicó que cuando se permanece dentro de las celdas se puede observar cómo con una bolsa de agua los reos pueden hacer una serie de detalles, pues entre los privados de libertad hay gente inteligente