Controle sus nervios y permítase estar bien

Uno de los grandes enemigos del ser humano son los nervios, alteración que afecta a todo tipo de edad

Si los nervios le traicionan constantemente ante determinadas situaciones y siente que la inseguridad le domina, a continuación le diremos cómo controlar estos episodios negativos.

Métodos sencillos 1. Tenga confianza en sí mismo.

Cuando los nervios lo atacan, recuerde mantener una actitud positiva. Si se equivoca en algo, no se paralice, es seguro que podrá rectificarlo. Y, sobre todo, aprenda de sus errores, celebre sus victorias y no se juzgue. Es humano y puede equivocarse.

2. Escriba lo que piensa o siente.

Es un buen método

El EjErcicio Es El mEjor aliado antE Esta situación para descargar la tensión mental. Cuando se tiene un pensamiento de forma recurrente, al plasmarlo en un papel estamos enviando la orden al cerebro de que hemos tomado medidas para no olvidarnos, con lo cual la mente se libera y nos aliviamos del estado de nerviosismo.

3. Aprenda a relajarse.

Cuando se enfrente a una situación que le pone nervioso, tome en cuenta que la relajación es fundamental. Es muy importante intentar respirar profundamente: tome aire durante unos segundos lentamente y expúlselo sin prisa para que su cuerpo se relaje lentamente mientras lo expulsa. Se sentirá menos tenso, comprenderá que puede tener el control de sí mismo y eso le ayudará.

4. Olvídese de sus nervios.

Puede olvidarse de los nervios buscando cosas que le mantengan ocupado o distraído, por ejemplo mirando televisión, hablando por teléfono, haciendo una actividad manual o cualquier cosa que te traiga paz ¿Le gustaría tener ojos de panda? Pues me imagino que no, que a nadie le gustaría.

Es por ello que en esta edición le brindamos algunos remedios naturales para eliminar esas terrible e incómodas ojeras o manchas debajo de los ojos.

Tips sencillos -Pepino.

Corte dos rodajas de pepino y sitúelas sobre sus ojos. Déjelo por 15 minutos. Este vegetal tan rico en agua le aportará humedad a la

Las ojeras aparecen por herencia familiar o por la falta de sueño.