Triángulo Norte
Siempre hemos creído que el Plan Alianza para la Prosperidad de los Países del Triángulo Norte (PAPTN), en el que están considerados Honduras, Guatemala y El Salvador, es el inicio de mejores noticias respecto de una positiva reacción de la Cooperación Internacional, no solamente de Estados Unidos, sino que de otras naciones que siempre nos han apoyado. El PAPTN se fundamenta en el deseo de que haya más democracia en términos cuantitativos, pero también en mejores estadios de calidad. Por esa razón se aspira al fortalecimiento de las instituciones, al respeto de la ley y el debido proceso, así como a la erradicación del azote de la corrupción porque causa desigualdad económica y desmoraliza la conciencia histórica de la población. En ese sentido, no deja de preocupar la situación imperante en Guatemala con ese asunto vidrioso de la Ci- cig. El PAPTN es un compacto que califica a los países de manera individual pero, también, hace una revisión integral de los avances en la región de influencia. En ese caso, estamos en desventaja de manera indirecta por el celo que Estados Unidos y el resto de la comunidad externa tiene respecto al desempeño y respeto que se le debe a la Cicig por ellos sugerida y, a veces, impuesta en la realidad interna de estos países.
Juan José Cruz CIUDADANO
Lo que está ocurriendo en Guatemala es una gran lección para países como el nuestro donde la corrupción es escandalosa. Ese país ha demostrado que tiene independencia de poderes, cosa que no ocurre en Honduras. La Cicig está investigando a Jimmy Morales por el uso irregular de fondos durante la campaña en 2015. ¿No nos suena parecido? Pero acá es Honduras, y mucho me temo que nada pasará.
Leslie Gómez CIUDADANA