Senderismo en Panacam, algo inigualable
¡viva el contacto con la naturaleza!
En esta vida hay placeres que conviene consumir sin moderación. El Parque Nacional Cerro Azul Meámbar (Panacam) es uno de ellos. La vegetación que tapiza los senderos del cerro guardián ubicado a un costado del Lago de Yojoa es una de esas aventuras que nadie quiere perderse: el chirriar de las cigarras, los frondosos árboles, las torres de avistamiento de aves y dos miradores que literalmente permiten tocar la bruma son parte de la experiencia que todo viajero quiere añadir a su lista de maravillas por conocer. Para que la aventura se vuelva aún más confortable, basta con reservar una habitación en el hotel de montaña Panacam Lodge. Aquí la belleza escénica y natural se conjuga con las amplias instalaciones que garantizarán una estadía de ensueño.
Senderismo refrescante
El chip de la montaña parece reservado para emociones intensas. La ruta puede empezar en uno de tres senderos: Los Vencejos, El Venado y El Sinaí lo adentran en un inmenso bosque rodeado de exuberantes vistas, cristalinas corrientes de agua e infaltables áreas de descanso, cada quien escoge el camino que su cuerpo soporte.
El sendero Los Vencejos es corto, toma media hora recorrer 0.3 kilómetros para apreciar la hermosa vegetación en la parte baja de la montaña. Durante el trayecto es común observar coloridas mariposas que merodean la cascada.
Súbase al kayak y reme
Las travesías en kayak, solo o acompañado de amigos y familiares, también son una opción para los viajeros en Panacam. Basta con ajustarse el chaleco salvavidas para lanzarse a remar y descubrir los rincones por 150 lempiras. Es una sensación suave, pero muy divertida. Aunque Panacam parece ser un escenario para la acción, los turistas también pueden llegar para tirarse en una hamaca, leer un libro y observar la vegetación. Es como el paraíso, y contemplar de cerca sus maravillas tocan el corazón, pero solo el de un auténtico viajero