Niñez de la frontera clama por solidaridad
Los niños de los exbolsones son los que más padecen necesidades básicas insatisfechas.
Una gran colecta de alimentos y ropa alistan las empresas que han dicho presente en solidaridad con los niños olvidados que habitan en la frontera entre Honduras y El Salvador.
Desde el 11 de septiembre de 1992, cuando la Corte Internacional de Justicia de La Haya ratificó a Honduras el 69% de los territorios en disputa, al menos 8,000 hondureños que habitan en esta zona han quedado abandonados.
Si bien la mayoría de los habitantes que vivieron la sentencia de 1992 se sentían salvadoreños, desde que el territorio pasó a Honduras ellos también pasaron a formar parte de la tierra del cacique Lempira y de Francisco Morazán.
Lo sensible es que las nuevas generaciones que están naciendo, debido a las carencias que sufren y a que en muchas ocasiones son atendidas por las autoridades salvadoreñas, se ven más identificados con aquella nación.
Por ejemplo, medios de El Salvador catalogan a Nahuaterique, en La Paz, como “el paraíso terrenal” que perdie- ron y se quejan de que la educación que se está impartiendo es netamente hondureña.
En este “paraíso terrenal” de Honduras los niños sufren de mala alimentación, de falta de agua potable, zapatos, ropa, uniformes y hasta juguetes, pues los niveles de pobreza son elevados.
Preparan asistencia
Algunas empresas ya se han comunicado con EL HERALDO para asistir a los niños y sus padres que habitan en estos remotos poblados.
Por ejemplo, Walmart, Paiz, Maxi Despensa y Despensa Familiar comenzarán el martes de la próxima semana a realizar recolectas internas de alimentos para los niños olvidados de la frontera.
Lacthosa, con su marca Sula, también hace los preparativos y junto a EL HERALDO llevará alegría a estos pequeños para que sepan que son parte de Honduras y que merecen mejores condiciones de vida.
Por su parte, la Fundación Javier (Funjavi) llevará una brigada médica y la fundación Capacitación, Educación, Pro- ducción, Unificación, Desarrollo y Organización (Cepudo) tambié trabaja para proveerles ropa a los pequeños.
EL HERALDO se alista para, junto a las empresas que están colaborando y otras que se quieran sumar, llevar todo lo recolectado a los pequeñitos.
Allá en los exbolsones, la vida de los infantes no es muy divertida, no hay televisión porque son pocas la viviendas que tienen electricidad, no conocen las computadoras o iPad, tampoco bicicletas ni balones de fútbol.
Los juegos siguen siendo el escondite, landa o utilizan pedazos de madera simulando carritos, y son pocos los que tienen algún juguete viejo de plástico y curtido de tierra.
Presos
En los exbolsones hay pequeños que solo salen de esos lugares en caso de una emergencia o que estén enfermos, viven presos en su tierra debido a que no hay vías en condiciones para que transite algún tipo de transporte público.
“Aquí lo mejor es no salir