La patria está de plácemes
De diversas maneras, las y los centroamericanos conmemoran el 196 aniversario de nuestra emancipación política del Imperio Español, acaecida un 15 de septiembre de 1821. Párvulos, escolares y colegiales demuestran su civismo participando en vistosos desfiles, soportando calor, fatiga, sed, como una forma de expresar su patriotismo, algo que merece público reconocimiento, al igual que las exhibiciones marciales de unidades militares, ganándose el merecido aplauso popular.
Adicionalmente, esta magna festividad debe ser propicia para estudiar el ejemplo brindado por los padres fundadores de la nacionalidad ístmica, próceres que entregaron lo mejor de sus energías y talentos para forjar las bases institucionales de la Patria grande.
Sus vidas las ofrendaron en pro de una nación en bienestar, paz, desarrollo compartido, dignidad. Sus enseñanzas deben constituir objeto permanente de ejemplo para continuar transitando por las rutas que ellos inauguraron, con honestidad, solidaridad y altruismo.
Sus sacrificios permitieron transitar de la servidumbre a la libertad, del vasallaje a la ciudadanía.
Loor a José Cecilio del Valle, Pedro Molina, José Francisco Barrundia, Juan Barrundia, José Matías Delgado, Dionisio de Herrera, Francisco Morazán, José Trinidad Cabañas, héroes y mártires.
Que su memoria jamás se marchite, por el contrario, que se fortalezca y sirva de inspiración paradigmática a la actual y futuras generaciones.
Nunca olvidemos las proféticas advertencias de José Cecilio del Valle: “Una nación sometida a otra, será pobre e ignorante. Una nación sometida a otra debe ponerse en estado de defensa desde el momento en que se pronuncia independiente. Una nación sometida a otra es preciso que sea ignorante y pobre. Tiene interés en su ignorancia y pobreza aquella a cuyo gobierno está sujeta.
La independencia de una nación se consolida interesando en su justa causa a los individuos que la componen”