“Morazán” logra con buen nivel abrir las expectativas a un cine épico en nuestro país. Un aplauso a los responsables
Asimismo, es necesario recalcar el exquisito trabajo de música, sonido y especialmente fotografía.
César Hernández y su equipo técnico logran conectarnos con el pasado a través de una estética de luz eficazmente elegante. Douglas Alonzo y todo su equipo de arte logra acertadamente reducir una propuesta de escenografía sutilmente minimalista y, con ello, poder así llegar a resaltar todo el esplendor del vestuario que acompaña a las labores actorales en la recreación de los personajes principales.
No obstante, de todos las resoluciones de vestuario, una fundamental y que debía sobresalir, a mi parecer, como una luz que guía el camino heroico de Morazán en su gesta, resulta tibiamente opacada; me refiero al atuendo diseñado para un personaje tan esencial: la señora Josefa Lastiri de Morazán, digna esposa y pieza clave en el apoyo y la financiación de la lucha por los ideales del héroe.
La fuerza interior que demuestra Melissa Merlo en su muy buena actuación compensa, en parte, el respetuoso rescate de esta figura fundamental, sin embargo, creo que no es suficiente y por ende, nos quedamos en deuda para con ella y con su memoria.
El excelente trabajo de Merlo en actuación me lleva a elogiar y agradecer particularmente a Orlando Valenzuela y a Tito Estrada por el brillante nivel actoral que dejan como estándar, personificando al general Morazán y el general Pinto Soares, respectivamente. Después de ellos, tenemos una gama diversa de actuaciones, algunas muy bien logradas y otras menos. Resaltaría al menos -por cuestión de espacio aquí-, el soberbio trabajo de Christian Hernández, que a su corta edad encarna con mucha dignidad y naturalidad a nuestro Francisco Morazán y destacar también el
Producción
Siendo muy difícil encarar un proyecto de arraigo histórico como este, la producción ha tenido un reto muy grande, buscar el equilibrio de presentarnos una buena película de ficción que, con respeto a los hechos documentados, invite a explorar ese momento sensible de nuestra historia. En la búsqueda de ese equilibrio, encuentro una de las pocas pero cruciales debilidades de la película: el guión.
Y es que, esta narrativa de carácter épico, no logra una progresión fluida desde el principio y durante un gran tramo de la primera parte del metraje, lo cual probablemente debido al empeño innecesario de sentar numerosas acotaciones históricas. Así pues, en este lapso de la película, la intención no es clara; es decir, si su fin es más documental, por el énfasis
La narrativa de carácter épico no logra una progresión fluida
en repetir los nombres de los personajes o, si es más argumental y por lo tanto, debería regalarnos más lenguaje audiovisual y no cantidad de diálogo explicativo.
Este problema se logra solventar hacia el final, donde centran nuestra atención en el viaje y el épico destino del protagonista.
En cine, el diálogo siempre es un talón de Aquiles, y aquí encontramos malas líneas de diálogo que sirven de medio para mostrarnos un acontecimiento, o aun peor, un descubrimiento por venir, esos diálogos son estériles, por tanto,