Lucas, Diddier y muchos niños más se robaron el corazón de los presentes
Ya sea por su ternura, condición física u otra particularidad, varios de los pequeños pedaleros se apoderaron de la mirada de propios y extraños
Su pasión por pedalear fue más fuerte que su condición física y, empujado por ese amor al ciclismo, Lucas García llegó muy temprano al Mall Multiplaza para robarse varios corazones y cumplir el sueño de participar en su primera Vuelta Infantil.
“Mirá al niño cómo pedalea y sin tener su mano izquierda”, decía una sorprendida joven, mientras el pequeño de cuatro años calentaba como el más experto de los ciclistas.
“Es muy difícil andar en bici, pero a mí me gusta mu- cho y estoy muy alegre de participar”, decía Lucas, mientras su madre Pamela Matute reparaba una de las pequeñas llantas que ayudaban a su hijo a mantener el equilibrio sobre la máquina.
Todos felices y orgullosos
Al igual que Lucas, muchos pedaleros atrajeron las miradas por su ternura, carisma, pequeñez u otra particularidad. “Me encanta la bicicleta”, decía Marco Cerrato, de apenas tres años, que llegó a su segunda Vuelta y que fue aupado por su padre. varios rEPiTiEroN
Con seis años participó por tercera ocasión en la Vuelta Infantil. Antes había participado en dos de las anteriores cuatro ediciones de la competencia.
Con su número 1225, él participó por segunda vez en la competición ciclística que EL HERALDO organiza especialmente para los niños.
Otros, como Diddier Lara, se presentaron por primera vez a la competencia, pero lo hicieron con el mismo gesto de todos: una elocuente alegría.
“Estoy muy contenta, a mí me gusta esto de montarme en la bicicleta”, contaba una feliz Mía Caraccioli.
Sus padres dibujaban una sonrisa infinita en sus rostros y los extraños no podían evitar los aplausos para animar a los pequeños gigantes