Los efectos de la ley de política limpia
El juego limpio en los procesos electorales es trascendental para cualquier nación que aspira a tener autoridades que gocen de la legitimidad de su pueblo.
En este país las campañas electorales -parte de todo un proceso eleccionariosiempre han sido muy cuestionadas por la falta de transparencia financiera, porque los partidos políticos nunca han rendido cuentas de dónde sacaron el dinero de sus costosas operaciones propagandísticas.
A raíz de ello, cada cuatro años los hondureños se han preguntado de dónde proceden los millones de lempiras que gastan ciertos candidatos en su alocada carrera por lograr un cargo de elección popular.
Como nunca existió la menor intención de auditar los fondos que usaban los políticos, la sociedad terminó sospechando que gran parte de esos recursos provenían de fuentes ilícitas: el narcotráfico y la corrupción.
Cierto o no, esta vez, con la entrada en vigencia de la Ley de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos, y el nombramiento de los comisionados que la implementarán, el acostumbrado despilfarro en propaganda se ha reducido.
Aquellos candidatos -a alcaldes, a diputados y a la presidencia- que aturdían al pueblo con afiches y anuncios, extrañamente ahora son invisibles.
Algunos analistas ven esto como el efecto de la ley de política limpia, una normativa que -aunque los congresistas al momento de su aprobación le arrancaron parte de los dientes- está logrando controlar el ofensivo derroche de dinero.
Para el control del financiamiento privado, ahora se exige que cada candidato o candidata aperture una cuenta bancaria para recibir los depósitos de sus donantes; sin embargo, la mayoría no han cumplido con este requisito alegando que los bancos les ponen muchas exigencias. Razonable por el tipo de cuentahabientes.
Ahora falta ver si las nuevas autoridades son capaces de impulsar el juego limpio en los procesos electorales imponiendo las sanciones correspondientes al detectar indicios racionales de que un candidato o un partido usó financiamiento ilegal