“Por el terremoto falleció mi hija y mi nieto, no pudimos salvarlos”
El equipo de EL HERALDO, en conjunto con las autoridades de Copeco, visitó la ciudad de Jojutla donde hizo un recorrido por las zonas devastadas. El grupo de Katrachos USAR seguirá apoyando a los afectados
Un completo caos y devastación se puede vivir en varias ciudades de México tras la sacudida del terremoto de 7.1 grados de magnitud.
El temor con el que vive la gente por las réplicas que se pueden presentar en cualquier momento no les permite estar tranquilos ni siquiera un minuto.
El sábado en horas de la mañana se registraron dos nuevas réplicas de 6.1 y 6.4 grados, lo que causó que muchas más viviendas sucumbieran.
El equipo de EL HERALDO, que visitó Morelos en conjunto con las autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), hizo un recorrido por la ciudad de Jojutla, Morelos.
El comisionado de la institución hondureña, Lisandro Rosales, aseguró que mantendrán el apoyo a las personas afectadas en México hasta que lo requieran.
Esta ciudad fue una de las más afectadas por el sismo, donde decenas de familias están en las calles y otras han logrado refugiarse en albergues.
Las autoridades de la ciudad han acordonado con cintas casi todas las calles por el peligro que representan para las personas. La mayoría ha tenido que dejar sus hogares.
Desde la semana pasada Copeco envió una comitiva denominada Katrachos USAR, quienes están apoyando en las labores de rescate de personas atrapadas, así como recolección de víveres y ropa en los centros de acopio.
Un calor sofocante y el sol ardiente se pueden sentir al caminar por las calles de Jojutla.
Varios tractores trabajan demoliendo las casas destruidas para evitar el riesgo de que se vengan abajo y provoquen más muertes.
Una ola de polvo cubre las calles por lo que es inevitable taparse la nariz, es necesario usar mascarilla.
Niños llorando, madres an- gustiadas y personas cargando botellas de agua y bolsas de ropa son algunas de las imágenes que se viven a cada paso. En la calle principal de Jojutla la mayoría de los negocios resultaron dañados. Los comerciantes, afanados, sacaban la mercancía que podían para no perderlo todo.
Como si acabara de pasar una guerra, así quedó la ciudad mexicana. Escuelas, hospitales, iglesias, viviendas y negocios han resultado dañados tras el terremoto. Varias personas se han trasladado de otros estados para apoyar a los sobrevivientes.
Hay cadenas humanas, personas desconocidas que se unen para sacar tierra y piedras de las escuelas y viviendas destruidas. Las autoridades y el pueblo mexicano están muy agradecidos con la ayuda que brindan los equipos de rescate de los países centroamericanos, entre ellos Honduras.
Limpiando y barriendo los escombros de lo que queda de su casa estaba Ariana Aguirre, de 57 años de edad, quien en un abrir y cerrar de ojos lo perdió todo.
“Mi casa se vino abajo en cinco segundos, Dios me sacó a caminar del otro lado de la calle nada más para ver cómo se caía mi casa y todo lo que estaba alrededor mío”, expresó la señora con una gran tristeza.
Cuatro familiares quedaron sepultados bajo los escombros de cemento pero logró rescatar a una hija y a su nieta. “Por el terremoto falleció mi hija mayor y mi nieto, no pudimos salvarlos”, afirmó con lágrimas la señora.
Aseguró que tuvo que salir de su casa y está viviendo con otra hija. Solicitó apoyo para poder reconstruir su casa. Así como ella muchos perdieron a sus familiares y tratan de salir adelante. El sismo de 7.1 grados sacudió tres estados del país. En Ciudad de México se reportan 182 fallecidos, en Morelos, 95; y en Puebla 45 personas perdieron la vida. El grupo de Katrachos USAR se mantendrá apoyando a los afectados en México
El grupo de 39 hondureños se mantendrá apoyando en México.