Autorilal, llamala al silencio le Roro y la presencia le los pequeros le la casa
En el Nacional hubo algo más que tres goles. El clásico moderno dejó imágenes que retrataron lo que fue la cita en el coloso capitalino.
A pesar de no haber llegado una gran cantidad de aficionados, algunos padres decidieron llegar con sus hijos.
Muchos vistieron con los colores olimpistas a sus pequeños y los llevaron al gigante del barrio Morazán para inculcarles el amor por el Rey de Copas. Los aficionados disfrutaron en las gradas y los jugadores en el campo. Jorge Bengoché plasmó un festejo a todo pulmón, Kevin álvarez decidió entrarle al baile y Roger Rojas mandó una dedicatoria. Al marcar el 3-0, el Roro se llevó el dedo índice a la boca y la mano a la oreja para enviar un mensaje: No los oigo. “Había un hincha que me estaba hablando, él sabe lo que me estaba diciendo y uno a veces se engancha, pero no fue correcto lo que hice y le pido disculpas al aficionado”, dijo.
MElvin tuvo quE rEgAñAr
Si los decibeles se subieron incluso en celebraciones, también incrementaron en algunas acciones del encuentro.
Una de ellas fue cuando Will Mejía perdió la cabeza y vio la roja por ir con los tapones de frente ante Cristian Altamirano. ¿Y qué decir cuando el árbitro Melvin Matamoros debió intervenir para pedir calma? En una de las jugadas, el juez se fue directamente sobre Jonathan Paz para dejarle claro quién mandaba en el campo y para pedirle que bajara las revoluciones.
Claro, las calenturas fueron propias de un partido de fútbol. Al final de la batalla, se plasmaron dos rostros: uno de alegría de Olimpia y otro de tristeza de Real España