¡A centros de internamiento!
Las tres menores fueron encontradas a medianoche camino a Pesa Blanca. Se les sometió a exámenes médicos. “Gracias a Dios están bien”, dicen padres. Dinaf se queda con ellas
La angustia, el temor y hasta el enojo, de repente, se convirtieron en besos, abrazos y lágrimas de emoción.
La estación policial de la aldea Peña Blanca, en el municipio de Santa Cruz de Yojoa, Cortés, fue testigo de tan conmovedora escena.
Luego de permanecer desaparecidas desde el pasado 12 de octubre, las menores Jeny Paola Valladares Cardona (13), Justa Gabriela Canales Acosta (12) y Leydi Melissa Castro Girón (13) se reencontraron con sus familiares.
“Estoy muy contenta porque las niñas están bien, gracias a Dios las recuperamos y para mí eso es lo más importante, ver a mi hija, bueno a las tres, con vida, gracias a Dios”, expresó la madre de Justa Canales luego de fundirse con la muchacha en un abrazo.
“Estoy muy agradecida con Dios, con la Policía, con los periodistas y con toda la gente que nos apoyaron”, dijo la reconfortada mujer.
Don Martín Valladares, un empleado de la mina de El Mochito y padre de Jeny Paola, oró al Creador del Universo por espacio de unos minutos en agradecimiento por tenerla con vida, mientras su hija esperaba a ser atendida en una camilla del hospital de la ciudad de Santa Bárbara para constatar su condición de salud.
Así ocurrió el hallazgo
El subcomisionado de Policía Marlon Miranda contó que alrededor de las 11:30 de la noche uno de los padres de las jóvenes recibió una llamada en la que se le indicaba que ellas estaban en el desvío de la calle que conduce de Peña Blanca hacia el municipio de Las Vegas.
El jefe policial de Santa Bárbara manifestó que “nosotros mandamos una patrulla al mando de un oficial, y en
efecto, las menores estaban en ese lugar”, aseveró.
Las autoridades policiales argumentaron que al momento de tener contacto con las adolescentes no notaron presencia de posibles captores; ellas estaban a la espera de que la ayuda policial fuera pronta después de que sus padres se enteraron de su ubicación.
Recibieron atención médica
Tras ser encontradas, la jovencitas fueron trasladadas de inmediato a la cabecera departamental de Santa Bárbara para recibir la atención médica pertinente.
Las niñas fueron examinadas por especialistas de Medicina Forense para confirmar su condición de salud.
Igualmente, en el transcurso del día dieron su testimonio a los agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y del Ministerio Público para conocer su versión de lo sucedido. En total permanecieron durante diez horas bajo el escrutinio de las autoridades.
Posteriormente, un juez determinó que las menores se encuentran en riesgo social y, por lo tanto, ordenó que fueran enviadas a un centro de internamiento de la Dirección de la Niñez, la Adolescencia y la Familia (Dinaf).
La decisión fue tomada luego de que la Fiscalía de la Niñez presentara ante los juzgados una denuncia por riesgo social de las niñas. La Policía informó que las colegialas anoche fueron trasladadas a Tegucigalpa en una patrulla, al centro de internamiento.
Extraviadas
Las tres menores, que no superan los 15 años, se fueron de sus hogares el jueves 12 de octubre después de haber asistido a sus clases en el Instituto Tiburcio Carías Andino, de esa localidad.
Aunque las jóvenes aparecieron con vida, el Ministerio Público continuará con las investigaciones para poder esclarecer el caso, si en realidad estuvieron raptadas por algún adulto o si las menores salieron voluntariamente de sus casas.
Las autoridades policiales hicieron un llamado a los padres de familia de la zona a tener más cuidado con su hijos para evitar que sus puedan enrolarse con adultos que pudieran inducirlos a cuestiones ilícitas.
Las tres menores fueron interrogadas en presencia de su padres para continuar con las investigaciones y determinar si hubo rapto o no.
Igualmente se indagará la versión sobre su presencia en varias ciudades del país, entre ellas la capital de la República.
Además se les interrogó sobre el video que circuló el pasado fin de semana en el que se les observaba riendo a carcajadas y diciéndoles a sus parientes que estaban bien y que no las buscaran