¿La Maccih salvaría a unos extraditables?
Octavio Carvajal Periodista
Nos han causado sorpresa y a la vez dudas las declaraciones de Juan Jiménez Mayor, vocero de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), quien afirmó que ese ente acusará formalmente a unos personajes por presuntos actos de corrupción, entre ellos ciertos “héroes” que firmaron contratos con Los Cachiros.
Además de inquirir a tiburones de la política vernácula, la Maccih, según Jiménez Mayor, serán procesados dos o tres empresarios ligados al atraco del Seguro Social. También cargarán baterías contra Jorge Rive- ra Avilés, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, y varios miembros del Consejo de la Judicatura por cometer delitos contra el Estado.
Sabemos que en guerra avisada nunca hay muertos, pero la locución extraña del emisario de la Maccih nos resulta, lejos de un inocente desaguisado, tal vez un posible alivio para altos exfuncionarios que han sido aludidos por el cachiro Devis Leonel Rivera Maradiaga como cómplices en el trasiego de drogas o lavado de dinero del narcotráfico.
Del mundo es sabido que Rivera Maradiaga quemó ante la jueza Lorna Schofield a hombres de mucho poder político y económico del país, al grado de señalar que les financió sus campañas presidenciales. Claro está que una cosa es acusar con la boca y otra probarles sus picardías, pero cuando el río suena piedras trae. ¿Caerán de su cantera?
Podría ser que la Maccih sea un “salvavidas” para los amigos del cachiro. El canto de Jiménez Mayor tiene un lenguaje figurado. Sus palabras
“De no haber más mimos, la Maccih avalaría ceder a políticos narcos. ¿Otra parodia?”.
las interpretamos a dos vías. Una sería que el ente avalado por la Organización de Estados Americanos (OEA) acusaría a políticos narcos y, la otra, que dejaría el camino libre para su extradición.
El tema de narcos y fraguado de activos es muy complejo. Los gringos articulan numerosas artimañas para acorralar a quien sea. Eso sucedió recientemente con Ramón Matta Waldurraga, quien se rindió tras un cerco implacable de la DEA. Veremos si la agencia antidrogas estadounidense, la Maccih y la Fiscalía catracha capturan a políticos amigos del bajo mundo o se tragan sus cuentos