Trasladan 132 reos de la Penitenciaría Nacional a centro de El Porvenir
Centros penales El operativo inició a las 6:00 de la mañana de ayer bajo estrictas medidas de seguridad
En buses particulares y bajo estrictas medidas de seguridad fueron trasladados 132 privados de libertad del Centro Nacional Penitenciario de Támara al centro penal de El Porvenir, Francisco Morazán.
La acción fue desarrollada a eso de las 6:00 de la mañana de ayer por personal del Instituto Nacional Penitenciario (INP), con apoyo de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina).
El traslado de los 132 reos catalogados de baja o mínima peligrosidad es parte del proceso de transformación que se ejecuta en las cárceles del país, ya que se tiene el objetivo de ejecutar proyectos y programas que contribuyan al beneficio de las personas que se encuentran en las cárceles.
Además, los traslados que se han efectuado de los centros con mayor cantidad de convictos tienen la finalidad de descongestionar y acondicionar los espacios en los presidios, donde se instalarán modernos sistemas de seguridad en beneficio de los reos
al igual que de los familiares que llegan a visitarlos.
Ordenado
El teniente José Coello, vocero de Fusina, detalló que el traslado de los 132 reos desde el Centro Nacional Penitenciario de Támara “se desarrolló de manera ordenada desde el momento que se subieron a las unidades de transporte hasta concluir en el centro penal de El Porvenir, Francisco Morazán”.
“En el operativo hubo participación de Fusina, operadores de justicia y representantes de derechos humanos”, detalló Coello.
La medidas de seguridad fueron extremas desde el interior del penal, en todo el re- corrido hasta llegar al nuevo centro penal.
A los privados de libertad se les dio la oportunidad de cargar algunas de sus pertenencias personales, iban esposados de las manos al subir a los buses y en el interior también se les colocaron las esposas.
A través de un comunicado, el INP dio a conocer que los traslados de internos “continuarán desde los distintos establecimientos penitenciarios para mejorar las condiciones de vida bajo un estricto respeto a los derechos fundamentales”.
El Instituto Nacional Penitenciario establece que “seguirá con sus esfuerzos de mantener el orden y control en las instalaciones penitenciarias, al mismo tiempo de ejecutar los programas de educación y rehabilitación de los privados de libertad en los diferentes centros a nivel nacional