Cataluña podría ser intervenida después de descartar elecciones
Para la vicepresidenta del gobierno español lo que se busca es abrir una nueva etapa en la que la ley sea respetada, refiriéndose a la implementación del artículo 155 de la constitución
El presidente catalán Carles Puigdemont descartó ayer convocar elecciones y frenar sus planes de independencia, lo que acerca una toma de control regional por parte del gobierno central, con el riesgo de fuertes protestas en Cataluña.
En una jornada política en Cataluña, Puigdemont delegó en el parlamento la respuesta a la anunciada suspensión de facto de la autonomía regional. Su coalición advirtió que esta tomará forma de declaración de independencia.
“He estado dispuesto a convocar estas elecciones siempre y cuando se dieran unas garantías que permitieran su celebración en absoluta normalidad”, dijo Puigdemont.
Pero “no hay ninguna de estas garantías que justifiquen hoy la convocatoria de elecciones”, añadió.
Poco después, en una comisión en el Senado, el gobierno español de Mariano Rajoy justificaba la intervención de la autonomía para frenar la espiral independentista en esta región de 7.5 millones de habitantes y con una parte de la riqueza nacional. “Queremos abrir una nueva etapa en la que la ley se respete”, afirmó la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ante los senadores, que deben dar su autorización el viernes a aplicar el artículo 155 de la Constitución española. El artículo, nunca usado desde la reinstauración de la democracia en España, permite la intervención de la región por parte del poder central.
Bajo su amparo, el ejecutivo busca destituir al gobierno de Puigdemont, supervisar la actividad del parlamento catalán o tomar control de la policía o los medios de comunicación públicos regionales.
Esto puede desatar fuertes protestas en Cataluña, cuya sociedad está muy orgullosa del autogobierno regional recuperado tras la muerte del dictador Francisco Franco (1939-1975).
Todavía está a tiempo
En el parlamento regional, la oposición imploró a Puigdemont que convoque elecciones regionales durante la sesión iniciada el jueves y que podría culminar este día con la declaración de secesión.
“Mañana (viernes) propondremos que la respuesta a esta agresión (...) sea continuar el mandato del pueblo de Cataluña en el referéndum del 1 de octubre”, advirtió Lluís Corominas, el portavoz de la coalición de gobierno, Juntos por el Sí.
La sesión quedó suspendida tres horas después sin que Puigdemont interviniera. Los grupos parlamentarios deben preparar ahora sus resoluciones, que serán debatidas
a partir de este día.
Entre estas resoluciones podría haber una que declare la independencia, explicaron fuentes parlamentarias y del gobierno regional.
En los últimos días se multiplicaron las mediaciones entre Puigdemont, Rajoy e incluso la Casa Real para evitar el choque frontal entre ambas instituciones.
El objetivo era conseguir que se convocaran elecciones en Cataluña a cambio de que Madrid no aplicara el artículo 155. Estuvo cerca de conseguirse el jueves por la mañana, hasta que Puigdemont terminó por descartarlo.
Declarar la secesión puede costarle a él y su gobierno una denuncia por rebelión, pasible con hasta 30 años de prisión. En la cárcel ya se encuentran, acusados de sedición, los organizadores de las grandes manifestaciones nacionalistas de los últimos años