Sacudido gobierno de Trump por fraudulenta campaña en el 2016
El asesor de política exterior de la campaña del mandatario estadounidense admitió ante el FBI haber tenido reuniones con funcionarios rusos que ofrecían información “sucia” sobre Hillary Clinton
Cuestionado se encuentra el triunfo del presidente estadounidense Donald Trump después de que su exjefe de campaña electoral y otros dos asesores fueran acusados en el marco de las investigaciones sobre la presunta colusión con Rusia durante la campaña presidencial de 2016.
El abogado Paul Manafort y su socio Rick Gates fueron inculpados por 12 cargos que no están relacionados directamente con actividades del comité electoral de Trump, sino con delitos cometidos mientras Manafort dirigía la campaña presidencial.
En una audiencia judicial, los dos presentaron documentos en que declararon su inocencia, pero fueron puestos bajo arresto domiciliario. Para ello, Manafort tuvo que pagar una fianza de diez millones de dólares y Gates una de cinco millones.
Poco después de decidirse su arresto domiciliario, el abogado de Manafort, Kevin Downing, dijo que la inculpación del influyente lobista era “ridícula”. Paralelamente, George Papadopoulos, asesor de política exterior de la campaña de Trump, admitió haber sostenido reuniones con funcionarios rusos que ofrecían información “sucia” sobre la candidata demócrata Hillary Clinton, y se declaró culpable de haber mentido al respecto a agentes del FBI. Esta acusación contra Papadopoulos es la más fuerte evidencia de posible colusión entre la campaña y Rusia para obtener el triunfo de Trump.
Se trata de las primeras acusaciones formales aprobadas por el fiscal especial Robert Mueller, que examina las relaciones entre el comité electoral de Trump y Rusia para influenciar el resultado de los comicios estadounidenses de 2016.
Lavado de dinero
El caso se concentra en los movimientos financieros de Manafort y Gates durante
una década, incluyendo el período de la campaña electoral, cuando ambos actuaron como “agentes no registrados de Ucrania” en Estados Unidos, según el documento de inculpación, de 31 páginas, firmado por el fiscal especial Mueller.
Para “esconder (...) decenas de millones de dólares” de pagos recibidos de Ucrania, Manafort y Gates “lavaron el dinero mediante un enorme número de corporaciones estadounidenses y extranjeras, asociaciones y cuentas bancarias”. Por ello, Manafort fue imputado por falso testimonio sobre su papel como agente extranjero y por no presentar las debidas declaraciones sobre cuentas bancarias en el exterior y registros financieros.
Manafort fue nombrado jefe de la campaña electoral de Trump en junio de 2016, pero fue apartado del cargo en agosto cuando emergieron sus lazos con Ucrania.
Manafort y Gates “canalizaron millones de dólares” hacia cuentas abiertas por ellos mismos o sus “cómplices” en Chipre, San Vicente y las Granadinas y las islas Seychelles, apuntó Mueller. Esa actividad, señala el documento judicial, ocurrió entre 2008 y 2017, por lo que se mantuvo cuando Manafort conducía la campaña de Trump.
De acuerdo con el fiscal especial, ambos, “junto con otros, conspiraron de forma consciente e intencional para defraudar a Estados Unidos”.
De esta forma, Mueller dejó abierta la puerta a más imputaciones por este caso.Ante esta situación, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, afirmó que “hay clara evidencia de que ellos coludieron para diseminar desinformación y ensuciar al presidente. Hemos dicho desde el primer día que no hay ninguna evidencia de una colusión entre Trump y Rusia, y hoy no hay nada que cambie eso”