Simulacro da muestras de blindaje
El ensayo sobre el procesamiento, transcripción y divulgación de resultados pasó la primera prueba hecha por una de las empresas que sustituyó a Mapa Soluciones. La otra semana habrá otro ensayo con la segunda firma
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la empresa Dale Vucanovich hicieron un simulacro ayer del proceso de transcripción y divulgación de datos para conocer el nivel de confiabilidad de este sistema que ha sido el centro de la polémica entre las autoridades electorales y la oposición política.
Durante la exhibición, que fue observada por delegados de la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), no se detectó ninguna anormalidad, más bien dio la impresión de ser un proceso blindado que sigue una serie de pasos hasta llegar a la etapa de la divulgación de los resultados.
Las empresas Dale Vucanovich y Asica son las dos firmas contratadas por el ente colegiado para sustituir a Mapa Soluciones, que hacía este trabajo pero fue descalificada por la oposición política, especialmente por el Partido Liberal.
La firma Asica se encargará de la transmisión de datos, recepción de imágenes, construcción y manejo de la red interna que constituye la primera
fase del sistema electoral y del que se hará un simulacro por aparte, según las autoridades electorales.
Paso a paso
El sistema de procesamiento y divulgación de datos sobre el que se basó el ensayo de ayer consta de cuatro pasos que fueron explicados por los técnicos de Dale Vucanovich.
El primero consiste en la recepción del acta original de cierre que provendrá de los centros de votación y será transmitida por el custodio electoral.
En esta primera fase el sistema detectará de manera automática si el acta es legítima si posee como mínimo cuatro firmas de los diez delegados de mesas. Si el sistema la rechaza, el acta pasará a otro sitio para una posterior verificación.
El segundo paso se basa en la “digitación anónima” que harán los transcriptores de datos, quienes no sabrán el nombre del partido político al que pertenecen los números que están transcribiendo en virtud de que el acta será partida en varias partes.
“El sistema está blindado de tal forma que es imposible manipularlo porque los transcriptores no saben a qué candidato le están poniendo los números”, afirmó Thedoro Dale, propietario de la firma contratada.
Una tercera fase del sistema será la validación del acta transcrita, labor hecha por otra persona, y si su información coincide con la transcripción se procede al cuarto y último paso: la divulgación