Los riesgos de practicar el sexting
CONOZCA LOS PELIGROS DE INTERCAMBIAR CONTENIDO DE TIPO SEXUAL CON OTRAS PERSONAS A TRAVÉS DE TELÉFONOS MÓVILES
Si usted es de las personas que se toman fotografías eróticas y las envía a alguno de sus contactos mediante un móvil o correo electrónico, sepa que desde ese momento pierde inmediatamente el control sobre dónde podrá acabar algún día ese contenido.
A esta práctica se le conoce popularmente como sexting, y comienza con el propósito de tener un encuentro sexual con esa persona sin imaginar que con el abuso de este hábito todo puede terminar en algo sugerente y finalmente explícito. Para conocer más sobre los riesgos de “sextear” consultamos a la psicóloga y
máster en Recursos Humanos, Jessica Ortiz, quien ayudará a despejar el panorama sobre este tema.
Riesgos y advertencias
La especialista define el término sexting como un tabú y un tema escabroso que se resume en una práctica que las personas realizan como regalo a sus parejas, un elemento de coqueteo para captar la atención entre ambas personas. El sexting también es practicado por novios o personas que se sienten atraídas pero no tienen ninguna relación, en esos casos el contenido puede estar en mayor riesgo de ser distribuido a terceros. “El principal riesgo que entraña el sexting es que una vez que el contenido es enviado, el remitente pierde el control del mismo ya que el receptor de la fotografía o video puede distribuirla a terceros de forma deliberada (con el ánimo de presumir o por venganza tras la ruptura con la pareja) o contribuir a su difusión involuntariamente (descuido, robo o pérdida del teléfono o medio utilizado)”, advierte la experta. Ortiz señala que en definitiva el contenido puede tener difusión pública entre el grupo de amigos del receptor, en el entorno escolar o, incluso, en páginas web de carácter pornográfico, teniendo serias repercusiones sociales y emocionales en la persona implicada. Pese a todo lo anterior, hay personas que aún consideran el sexting una forma muy divertida de reavivar y disfrutar de su sexualidad ya que confían en el receptor, sin descartar la posibilidad de quedar expuestas(os)