Regularán los establecimientos comerciales en las residenciales
Reglamento El fin que persiguen las autoridades municipales es promover el orden en la capital
La proliferación de comercios en zonas residenciales es un problema que se ha agudizado en la capital.
Para frenar este tipo de establecimientos, en especial por las denuncias de los ciudadanos, las autoridades municipales pretenden restablecer el orden de manera paulatina.
“Hoy tenemos colonias en las que hay más comercio que zona residencial, por ejemplo, la colonia Palmira, aquí ya no hay retroceso, pero debe ser de manera ordenada”, Nasry Asfura, alcalde del Distrito Central.
Y es que en Palmira, colonia que en el pasado se constituyó como una zona para la habitación familiar, en la actualidad cerca de un 70% de su territorio es comercial.
En este sector las viviendas se transformaron en restaurantes, salones de belleza y oficinas.
Por lo que en los últimos años fue necesario que las autoridades edilicias establecieran las zonas de estacionamiento, espacios para carga y descarga, así como señalización por el aumento del flujo vehicular.
La misma situación se ha identificado en La Alameda de Tegucigalpa.
A criterio de Asfura, la actual administración ha logrado detener el crecimiento de comercios dentro de las colonias, pero aún quedan acciones pendientes.
El alcalde a su vez dijo que están “claros para dónde debe desarrollarse la ciudad, uno es el sector norte y suroeste de la capital”.
Medidas
A través de la Dirección de Ordenamiento Territorial han dispuesto determinar que zonas de la ciudad son aptas para el desarrollo comercial y aquellas donde solo pueden funcionar como áreas de residencia.
Este proceso se realiza con el respaldo del Reglamento de Zonificación, Obras y Uso del Suelo en el Distrito Central.
El documento posee un listado de más de 400 colonias y un centenar de zonas comerciales.
De tal manera que basados en esta normativa se han habilitado un estimado de 80 calles dentro varias colonias de la capital para fines comerciales.
Para ejecutar este proceso se analiza la categoría de cada zona de residencia, basándose en el artículo 153 del reglamento, el cual estipula los usos de suelo de las zonas destinadas para viviendas.
“Lo que buscamos es que la convivencia entre los vecinos se mantenga y que tengamos una ciudad con mayor orden, este trabajo se realiza a diario a través de operativos y evaluaciones de la solicitud de permisos de operación”, manifestó Roberto Zablah, titular de la Dirección de Ordenamiento Territorial.
En la actualidad se encuentran en proceso de evaluación un estimado de 50 solicitudes de vecinos que piden a la comuna habilitar un corredor comercial dentro de sus colonias.
Entre los mecanismos que se emplean para frenar el crecimiento desordenado de las ventas al interior de áreas residenciales es denegar el permiso de operación.
Eso se da en las colonias que no sean compatibles para este tipo de fines, las que están contempladas en la ley municipal y por lo general son las categoría R1, es decir las zonas que tienen mayor valor en cuanto a la plusvalía de las viviendas y la negativa de los vecinos.
Por ejemplo, una discoteca o bar en un colonia categoría R1 como San Ignacio y Lomas del Guijarro, pero se han habilitado algunos espacios donde los pobladores lo han permitido.
En estos sectores se pretenden habilitar calles principales en las que se permite la instalación de pulperías, pero bajo el consentimiento del patronato.
Tal es el caso de la colonia Tres Caminos, en la que la calle principal fue habilitada para comercio, pero no las calles internas