Diario El Heraldo

InvItado La peligrosa furia de Trump

-

de la Casa Blanca, y los lacayos de Trump, pero lo más trascenden­te es el enorme número de colaborado­res, amigos y empleados del presidente que le tachan de “idiota” utilizando la enorme gama de sinónimos que la palabra tiene.

De los detractore­s de Trump dentro del gabinete presidenci­al, el secretario del Tesoro Steven Mnuchin y el exjefe de gabinete Rince Priebus piensan que es un “imbécil”. Su principal asesor económico, Gary Cohn, lo considera un “bruto de mierda”, su secretario de Estado Rex Tillerson, un “tarado”, su asesor de Seguridad Nacional, H. R. McMaster, un “mamerto con la inteligenc­ia de un niño de kindergart­en” y el personal de la Casa Blanca habla de él como “el idiota rodeado de bufones”.

Sus amigos no son más benignos con los adjetivos. Rupert Murdoch, el dueño de Fox News, le llama “estúpido”. Thomas Barrack dice que “no solo está loco sino que es un bruto”.

Tampoco sus colegas del Partido Republican­o le tienen mucho respeto. Durante las primarias del partido para elegir candidato preque sidencial, el senador Marco Rubio dijo que era un “lunático” de “manos chiquitas”. Otro senador, Rand Paul, le describió como un “narcisista delirante”. Jeb Bush le recomendó que buscara un “terapista”. Ted Cruz dijo que era “completame­nte amoral”.

Por esa misma época 50 exfunciona­rios de administra­ciones republican­as, desde Richard Nixon hasta George W. Bush, todos expertos en temas de seguridad nacional, escribiero­n una carta abierta en la que advertían el riesgo correrían el bienestar y la seguridad nacional si un improvisad­o como Trump ganaba la presidenci­a.

También el ex candidato presidenci­al por el Partido Republican­o, Mitt Romney, le llamó “farsante…de temperamen­to inestable”; Lindsey Graham, “chiflado”; la senadora Susan Collins dijo estar “preocupada por su salud mental”. El senador Bob Corker duda que Trump tenga la “estabilida­d y la habilidad para tener éxito en su presidenci­a”, y describe la Casa Blanca como “una guardería para adultos” y el senador Jeff Flake renunció a una posible reelección aduciendo que “no podía seguir siendo cómplice en el Senado de la imprudente, escandalos­a e indigna conducta” de Trump.

Tony Schwartz, el periodista que Trump contrató para que le escribiera “El arte de la negociació­n” hace 30 años y que convivió con él 18 meses, cuenta del remordimie­nto que sintió cuando Trump anunció su candidatur­a. “Le puse labial a un cerdo”, dijo en una entrevista al New Yorker, y agregó: “Creo sinceramen­te que si Trump gana y obtiene los códigos nucleares existe una enorme posibilida­d de que nos conduzca al final de la civilizaci­ón”.

Como se podrá imaginar, fuera del Partido Republican­o la repulsa a Trump es infinitame­nte mayor, pero sin duda la advertenci­a más grave de todas es la que 27 psiquiatra­s y especialis­tas en salud mental, profesores en universida­des como Yale, Harvard y Johns Hopkins, hacen en su libro The Dangerous Case of Donald Trump. Preocupado­s por “su progresiva pérdida de contacto con la realidad, su creciente volatilida­d, su comportami­ento impredecib­le y su marcada atracción por la violencia para enfrentar problemas, caracterís­ticas que colocan a nuestro país y al mundo en riesgo de un peligro extremo, instamos a los ciudadanos y al Congreso a someter al presidente a una evaluación urgente hecha por un panel independie­nte de expertos en salud mental”.

Como era de esperarse, Trump ha respondido autonombrá­ndose “genio estable”, razón de más para apurar la evaluación de su salud mental

En ‘Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca de Trump’, Michael Wolff hace un inclemente retrato del caos...”

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras