De las calles a mascotas hogareñas
Fundación Lucas Rescatistas de Animales es el nombre de la Fundación que Leslie Godoy creó en diciembre de 2013 para acoger a perros que no solo fueron abandonados por sus dueños, sino que también recibieron maltratos que los dejaron sumergidos en el mied
“Los rescatistas de perros existimos por la irresponsabilidad de muchas personas que compran perros y cuando se aburren los abandonan en las calles”. Esta es la dura realidad que Leslie Godoy, fundadora de Lucas Rescatistas de Animales, compartió con Diario EL HERALDO.
Un caso dramático
En su memoria guarda una infinidad de historias de perros callejeros que le han desgarrado el corazón, unos más trágicos que otros, pero de ninguna manera aceptables. Sus ojos evidencian la tristeza al recordar uno de los casos que más ha impactado su vida.
Es la historia de la pequeña Lirio, una perrita que es valiosa no tanto por su raza, sino por haber resistido como toda una guerrera los innumerables maltratos que recibió. A ella la llaman “mi reina”. Sus ojos no son más que dos huecos vacíos que muestran el tejido carnoso que hay detrás de ellos. ¿La causa? El mal corazón de personas sin escrúpulos que con ácido de batería acabaron con la vista de la perrita.
A ella la encontraron vagando en las calles de la colonia El Sitio. “Su caso nos conmocionó mucho por su grave estado de desnutrición, tenía sarna, una úlcera en el estómago y además estaba ciega”, comentó con pesar la rescatista. Añadió que no fue fácil recuperarla, sin embargo, recibió apoyo de padrinos, quienes ayudaron con el pago de las consultas médicas.
Hoy, Lirio disfruta de una vida tranquila y llena del amor y las atenciones de Suyapa Bove, quien la acogió en la casa cuna para cuidarla.
¿Qué es una casa cuna?
Este es el término que los rescatistas utilizan para referirse a los hogares de personas que se dedican a cuidar animales que fueron rescatados de las calles.
La casa de Suyapa Bove desde hace dos años se ha convertido en el refugio para ocho perritos: Canela, Ámbar, Máximo, Andrés, Hanna, Lassie y Ginger, además de Lirio.
“Ser casa cuna no es fácil, los animales dañan los muebles y además es una labor 24/7, en esto no hay descanso. Todos los días me levanto a las 5:30 de la mañana para limpiar la casa”, dice Bove.
No obstante, afirma que el cansancio se recompensa con el cariño que recibe de sus animales.
Sin respaldo
Leslie lamenta que en Honduras no se le haya dado se- guimiento a la Ley de Protección Animal, la cual se creó hace dos años.
“Nuestro país no cuenta con albergues para estos indefensos seres, nosotros en la actualidad solo contamos con seis casas cuna y para abastecer de alimentos y otros víveres cada mes salimos a las calles con botellones para recaudar fondos”, dijo Leslie.
Mientras que Suyapa añadió que “hemos recibido insultos de personas que nos dicen que nos robamos el dinero y que mejor hagamos algo por los niños. Es duro que la sociedad sea tan insensible y que en vez de ayudar nos critique de esa manera”.
Son más de 38 perros sin hogar los que la Fundación tiene actualmente. Algunos no logran ser adoptados porque son grandes, otros porque no son de raza y otros porque los interesados no quieren esterilizarlos. Y es que la esterilización es un requisito que la Fundación aplica para frenar la reproducción irresponsable.
Lucas Rescatistas de Animales invita a la población a ser más humanitarios porque “ser rescatista es una devoción y adoptar un perro y tenerlo bien requiere de educación”