Unos al diálogo y otros al caos
Pese a los llamados de diversos sectores sociales para buscar una salida a esta crisis mediante la herramienta del diálogo, hay otros grupos que se esmeran en atizar el caos. Gremios empresariales, iglesias, instituciones académicas, centrales obreras y campesinas, cooperativas y patronatos, entre otros, pidieron esta semana a los principales protagonistas del trance en que nos encontramos buscar el consenso y la reconciliación. Pero mientras unos claman por el diálogo, otros agitan las aguas, llamando a la anarquía, a paralizar un país que lo que necesita es echar a andar la rueda del desarrollo.
La factura que nos pasará esta crisis será demasiado alta y quien pagará las cuotas más elevadas será esa población que ya padece la insuficiente atención en salud, la baja calidad educativa, la falta de empleo, el transporte deficiente, en suma, la pobreza que parece nunca acabar.
Nunca como ahora el país había estado tan dividido por culpa de la clase política, la que tiene el deber y la responsabilidad de buscar un acuerdo para que no se sigan profundizando más estas honduras. Y para que esta crisis no se vuelva a repetir.
Las actitudes intransigentes, el lenguaje confrontativo, el vandalismo, la violencia, las campañas turbias, como la que se ha emprendido contra trabajadores de los medios de comunicación exponiéndolos maliciosamente en redes sociales, no contribuyen en nada a una solución ni abonan al bienestar del país.
En medio de las marcadas diferencias que ahora mantienen polarizado a Honduras, hay que buscar puntos de encuentro, con altura, con madurez y responsabilidad. Entendiendo que cada uno de los actores involucrados, en algún momento del diálogo, tendrá que ceder un poco o mucho en aras de los intereses de país. Esos son los que deben primar, pero para eso nuestros políticos deben mostrar liderazgo, patriotismo e integridad. Son ellos quienes tiene la palabra, quienes deben mostrar tener la voluntad de enmendar los errores por los que ahora está pagando el pueblo hondureño