¿A qué edad le puedo dar un celular a mi hijo?
Especialistas no recomiendan darle un móvil a los niños menores de 12 años. La adicción a los dispositivos los priva de un correcto desarrollo emocional
Los niños, nativos digitales, han hecho de los smartphones una extensión de sus manos. Lejos de suponerles una herramienta útil son, simple y llanamente, parte de sus vidas. Les conecta con el mundo, actualiza y genera una sensación de “integración”, pero, ¿hasta dónde dejan de ser positivos? ¿En qué les afecta? ¿Cómo prevenir la adicción? ¿Cómo sacarle provecho en el área educativa? Según un estudio sobre conductas patológicas en Internet realizado por la ONG Protégeles, que colabora en programas de la Comisión Europea, el 21.3% de los jóvenes está en riesgo de convertirse en adicto a las nuevas tecnologías y el 1.5% ya lo es.
¡Tome nota!
Exponerles a aparatos móviles a corta edad (0-12) y en exceso les priva de un correcto desarrollo emocional, altera el sue- ño, incluso les genera déficit de atención, conductas agresivas y obesidad infantil. Para Ninoska Silva, psicóloga clínica, sin llegar a estos extremos, la clave está en educarles sobre su uso, funciones, utilidad y, sobre todo, plantearles límites.
Recomendaciones
Predique con el ejemplo. Los hijos replican las conductas de sus padres. Evite las llamadas largas o repetitivas, tampoco utilice el terminal para expresar problemas o estados emocionales (preocupación, enfado, etc.) en presencia de los pequeños. Debe acordar normas de uso en cuanto a tiempos, lugares, contenidos y maneras. Por ejemplo, el niño debería usar el dispositivo en espacios abiertos y bajo su supervisión. Como alternativa puede aliarse de filtros parentales, programas que evitan un uso indebido del teléfono o impiden el acceso a determinados tipos de contenidos.
¿Es recomendable que los niños lleven el celular a la escuela? Los beneficios de que su niño use uno son la seguridad, alivio y control que tendrá sobre cómo se encuentra y cuándo sale de la escuela. Sin embargo, Dania Moreno, directora académica de la Nashville School, institución donde se regula el uso de aparatos móviles durante la jornada escolar, concluye que estos no son recomendables sin la supervisión de un docente, ya que se traduce en falta de concentración, indis- ciplina en clase, consumismo y sedentarismo. “Aunque en los centros educativos no son una opción viable, los teléfonos móviles disponen de numerosas aplicaciones educativas; es importante explorar estas opciones con nuestros hijos para que perciban que un terminal móvil tiene un abanico de posibilidades que pueden servir de apoyo y complemento a su proceso educativo”, explica