Una respuesta al déficit habitacional
Con más de un millón trescientos mil habitantes, la capital hondureña es el municipio más poblado del país. Pero solo cuenta con 288,210 viviendas -entre casas, apartamentos, cuarterías o aquellas improvisadas- de las que 22,038 tienen más de cuatro personas por habitación, es decir, que viven en condiciones de hacinamiento. Y del total de esos techos erigidos, 72,753 son alquilados. Estas cifras del INE muestran el déficit habitacional que hay en el Distrito Central y la insuficiencia económica de muchos ciudadanos para adquirir una casa propia.
La inseguridad, las elevadas tasas de interés, el alto costo de la tierra y de la canasta básica de la construcción, la topografía irregular característica de la zona, la ausencia de políticas públicas y el estancamiento económico son algunos de los factores que al final terminan alejando a muchos pobladores del sueño de tener una casa propia.
Con el fin de dar una respuesta a la problemática, el gobierno anunció el proyecto habitacional Residencias Morazán, que se ubicará en un área de 200 manzanas al sur de la capital.
En la primera etapa del plan se proyecta construir diez mil viviendas, cuyos precios oscilarán entre los 400 mil y el millón de lempiras.
Los beneficiados serán los afiliados a los institutos de previsión, operadores de justicia, funcionarios públicos y aspirantes a tener su primera vivienda, quienes podrán optar a un bono y a tasas de interés subsidiadas.
El déficit habitacional en la capital, según estimaciones de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), es de unas 300 mil unidades. Según el INE, son 250 mil capitalinos los que alquilan.
El éxito del proyecto dependerá de que se logren alianzas estratégicas entre el gobierno, inversionistas, constructores, financistas y autoridades municipales. De que se ofrezcan viviendas dignas, dotadas de los servicios públicos básicos y de que la ayuda llegue en realidad a quienes más la necesitan.
Una obra de esta envergadura no solo contribuirá a generar empleo y a dinamizar la economía, sino que permitirá a muchos tener una vivienda que heredar a sus descendientes