Paridad e inclusión
Desde que aquel martes 25 de enero de 1955, el Congreso Nacional aceptó reconocer los derechos de la mujer en la actividad política, conquista ganada a pulso en una lucha de más de media centuria, si bien es cierto que hay avances notorios, el camino hacia la igualdad de género sigue lleno de acciones solapadas.
La discusión pública ya no es tanto si la mujer debe gozar de esos derechos o tiene capacidad. En el día a día subsisten los roles tradicionales y estereotipos sexistas que frustran o limitan el ejercicio de sus derechos políticos y su empoderamiento.
Una muestra es el reciente proceso electoral; aunque las mujeres representan el 51% del electorado, el Observatorio Político de las Mujeres, que desde el Observatorio N26 impulsan el Grupo Sociedad Civil (NDI), la Coalición Todas y la Red de Mujeres Interpartidarias, revela que desde 2001 la representación masculina se mantiene en un 80% o más, mientras las mujeres no logran alcanzar el 20%. La mayor participación es en puestos de regidurías.
En el nuevo Congreso Nacional, de 128 escaños, solo 27 (21%) serán para mujeres, porcentaje menor a las elecciones de 2013 (25.7%). El Partido Nacional tendrá 13 diputadas cantidad que podría vincularse con el voto en plancha; Libre 8; el Liberal 3; Alianza Patriótica 2 y el Pinu una. En la nueva junta directiva del CN de doce cargos, apenas dos son mujeres.
La cuota del 50% establecida por la Ley y el compromiso y trabajo que asumen las mujeres en los procesos electorales, no se reflejan en estos datos en parte por la falta de interés y compromiso de los diputados y del TSE para garantizar la aplicación del Reglamento de Paridad y Alternancia que obliga a alternar en las planillas a hombres y mujeres desde los primeras casillas.
La participación de las mujeres en la toma de decisiones políticas es clave para romper el ciclo de la exclusión no solo de las mujeres. ONU Mujeres, feministas y otras instancias civiles y de gobierno, deben mantener y redoblar esfuerzos para garantizar el cumplimiento real y efectivo de los derechos integrales de las mujeres
“La participación de las mujeres en la toma de decisiones políticas es clave para romper el ciclo de la exclusión”.