Los motivos de la emigración
Que familias enteras de hondureños siguen emigrando en procura de las oportunidades, seguridad y calidad de vida que su país no es capaz de ofrecerles es una lamentable y vergonzosa realidad. Es tan grande la desesperación y desolación de estos compatriotas que los peligros del trayecto, a veces mortal, son un riesgo que para ellos bien vale la pena correr antes que permanecer en esta Honduras donde los acechan las maras, los golpea la pobreza y los deprime la perspectiva de un futuro sin esperanza.
En la última semana conocimos el caso de un matrimonio originario de San Pedro Sula que emprendió la marcha junto a sus dos hijos, de 3 años y 40 días de nacido. La feroz ola de frío que recorrió varios países terminó arrebatándoles la vida del más pequeño antes de cruzar a los Estados Unidos. Y más recientemente, informamos del rescate de 13 compatriotas, tres de ellos menores de edad, que permanecían secuestrados en el estado de Querétaro por coyotes que estaban extorsionando a sus familiares. La liberación del grupo se produjo días después que la de otros siete hondureños víctimas también de estos traficantes de personas.
Según los datos oficiales, en lo que va del 2018 las deportaciones de hondureños han disminuido un 60% en comparación con el mismo período de 2017 (cuando se registraron en todo el año 48,022 retornados), pero todavía es muy pronto para sacar conclusiones, ya que el frío ártico pudo haber sido un factor. Lo cierto es que si ni la peligrosa ruta migratoria -en la que nuestros emigrantes se exponen a los accidentes de tren, a las bandas criminales o a morir abandonados en el desierto- ha sido capaz de frenar el éxodo, tampoco lo hará la dura política antiinmigrante de Trump.
La emigración irregular continuará mientras nuestro país no ofrezca oportunidades de superación y condiciones de vida dignas para la mayoría. Mientras prime la sensación de que el trabajo, el esfuerzo y el talento no sirven de nada, y que la marcada desigualdad social es parte de un sistema excluyente