Pandillas en CA logran subsistir pese a políticas
La Mara Salvatrucha o MS-13 está en la mira de EE UU desde el inicio de la gestión de Donald Trump, lo que representa una presión para Centroamérica
Las pandillas que siembran el terror en Centroamérica con asesinatos, extorsión y tráfico de drogas, han logrado subsistir y mantenerse fuertes pese al aumento de la represión en el istmo y en Estados Unidos, según analistas.
“Una solución a las pandillas no se puede ver en el corto plazo y además es remoto que en los próximos 20 años los países del Triángulo Norte (de Centroamérica) erradiquemos la violencia” pandillera, advierte la salvadoreña Jannet Aguilar, investigadora de estas bandas delictivas.
El tema volvió al tapete en El Salvador, Honduras y Guatemala luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su discurso del Estado de la Unión pronunciado el 30 de enero, arremetió contra “la salvaje pandilla MS-13 (Mara Salvatrucha)”, en un llamado a endurecer los controles migratorios. “Lo que demuestra es la enorme ignorancia y el populismo barato al que recurre Trump cuando se comunica con sus ciudadanos. Para comenzar la MS-13 es una de cientos de pandillas que generan y de 140,000 miembros, de los cuales 40,000 viven en Estados Unidos y 100,000 están repartidos en El Salvador, Honduras, Guatemala, México e Italia, según el estudio “Política y violencia perpetua en El Salvador”, de International Crisis Group, presentado a fines de enero en San Salvador.
La MS-13 nació en EE UU
La Mara Salvatrucha se forjó en Estados Unidos en los años ochenta a partir de las condiciones de exclusión que han vivido por décadas miles de jóvenes latinos, explicó Aguilar.
“El modelo como tal, el prototipo de pandilla MS13 se formó en Estados Unidos, y es ese modelo transculturizado el que ha venido a generar mayor violencia a nuestros países, sobre todo por las deportaciones masivas en los años noventa”, comentó la investigadora. A su juicio, las pandillas latinoamericanas no están liderando el control del tráfico internacional de drogas a Estados Unidos, sino que los responsables de ello son los grandes carteles de la droga mexicanos. Guatemala, Honduras y El Salvador terminaron 2017 con 13.1 homicidios, en su mayoría atribuidos a las pandillas y al narcotráfico, por lo que la región figura como una de las más violentas del mundo