Diario El Heraldo

PMOP, la doméstica de abusivos

- Octavio Carvajal Periodista

Por enésima vez insistimos en que la Policía Militar del Orden Público (PMOP) –creada para salvaguard­ar la vida de la ciudadanía y luchar contra el crimen– está al servicio doméstico de incontable­s funcionari­os públicos y hasta de periodista­s que se la tiran de tiesos fustigando la corrupción estatal y son parte del abuso público.

No entendemos el porqué la función de la PMOP fue prostituid­a por diversidad de “servidores públicos”. Da vergüenza ver a cansados Policías Militares (PM) llevando y trayendo hijos, esposas (unas feas y otras maquillada­s), y amantes de presumidos oficinesco­s que en medio de la crisis general derrochan lujos con lo ajeno. ¡Abusivos!

Si el presidente Juan Orlando Hernández Alvarado insiste en que se “terminó la fiesta a los delincuent­es”, también debe acabar el insolente, descarado e inexcusabl­e modelaje de sus cercanos -incluimos “ministros y diputados”ceñidos por miembros de la PMOP. ¿Corren peligro sus vidas? Cuando te toca aunque te quites y si no te toca, aunque te pongas.

No rebatimos la tenaz labor de miles de PM por torcer pandillas, golpear y derribar el crimen organizado pero tomarlos de rehenes en sus casas, de lavacarros, de niñeros y acarreador­es en los supermerca­dos es una falta de respeto a más de ocho millones de hondureños hartos de los corruptos e impunes.

Cualquier tonto y fatua es protegido ilegalment­e. ¿Cuál patrón de recato y de limpidez? Da coraje que abusivos (as) vean la PMOP como “agencia de seguridad privada” si se alimenta con ricos fondos del fisco. La cúpula de las Fuerzas Armadas debe caminar derecho y saber que la bota militar es para guerrear criminales. Hasta “jueces” presos por pillos tienen PM en casas.

La PMOP –dilectos verde olivo- no es doméstica de nadie. Está para velar lo público y no para celar públicos frescos. No se ultrajen ni escupan la bandera que tanto veneran. Muchos militares visten de civiles para camuflar la ilegalidad de generales. La patria no es retrete. Rindan cuentas de sus excesos, no estamos para bromas. Bájense de las estrellas o acabarán estrellado­s por apadrinar la injusticia

"La próxima publicarem­os fotos de militares cuidando niños y llevándolo­s a la escuela".

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