Legalización de los dreamers en manos del Senado de EUA
Los congresistas tienen hasta el 5 de marzo para resolver el estatus de los 1.8 millones de dreamers
La esperanza de obtener la ciudadanía de 1.8 millones de inmigrantes llevados ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños está en manos del Senado que comenzó a debatir un gran proyecto sobre inmigración, no exento de obstáculos. El presidente Donald Trump promete la ciudadanía a todos esos jóvenes, excediendo el número de beneficiarios que contemplaba la oposición demócrata, pero solo a cambio de duras restricciones a la inmigración legal y del financiamiento para construir un muro con México. La propuesta migratoria del mandatario, publicada a fines de enero, está en el centro de un proyecto de ley que debe presentar un grupo de senadores de la mayoría republicana, y que podría sentar nuevas bases en el sistema migratorio o diluirse en fracaso. El tiempo corre. Casi 700,000 “dreamers”, que se acogieron bajo el DACA, están en riesgo de perder sus protecciones legales el mes próximo. Ese programa de Barack Obama, que les permitía desde 2012 trabajar y estudiar, fue cancelado por Trump, quien dio al Congreso hasta el 5 de marzo para dar una solución definitiva al tema, si bien un juez federal de San Francisco temporalmente suspendió esa decisión y la Corte Suprema fue llamada a pronunciarse. El mandatario, que durante su campaña presidencial llamó sin cesar a “construir el muro”, ha hecho de la seguridad fronteriza y la lucha contra la inmigración sus prioridades. “Espero poder llegar a un acuerdo”, dijo Trump, añadiendo que al Partido Republicano “le encantaría” lograr ese objetivo. “Si los demócratas quieren un acuerdo, realmente depende de ellos”, añadió. Para obtener el financiamiento para el muro, los senadores republicanos presentan un proceso de naturalización para 1.8 millones de jóvenes, que debe durar de 10 a 12 años. Es una concesión considerable: la minoría demócrata pedía en una legislación aparte la regularización de 690,000 “dreamers”, los oficialmente registrados en el DACA. Pero está acompañada de contrapartidas que ahuyentan a buena parte de la oposición: un compromiso de financiamiento por 25,000 millones de dólares para la construcción del controvertido muro y eliminar la lotería de visas