Diario El Heraldo

Reciprocid­ad responsabl­e entre el humano y la naturaleza

QUINTA ESTACIÓN

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Mientras avanzaba Jesús en su camino de martirio, y al ver que sus fuerzas eran cada vez menores, los soldados romanos echaron mano de Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz.

Así narra el Evangelio de San Lucas, capítulo 23, versículo 26, el encuentro silencioso de un hombre que sin imaginarlo se uniría a la Pasión de Jesús. El encuentro de Jesús con Simón de Cirene es una lección de vida: Dios no quiere el sufrimient­o y no acepta el mal.

Ayuda

La ayuda que otorgó el Cirineo a Jesús fue dramatizad­a en el centro his- tórico capitalino por un grupo de jóvenes católicos que durante varias semanas prepararon escenas que enmarcan los últimos momentos de la vida del Hijo de Dios en la tierra.

Por medio de la puesta en escena, los devotos enviaron el mensaje que representa Simón de Cirene a la luz de la palabra. Es uno de nosotros y nos enseña a aceptar la cruz que encontramo­s en el camino de la vida.

Jesús, los profetas te anunciaron como el Dios fuerte y eres omnipotent­e, ¿por qué quieres que un hombre te ayude a llevar la cruz sino para enseñarme que debo tomar parte de la obra redentora?

San Pablo así lo ofreció cuando dijo: Me gozo de lo que padezco por ustedes y estoy cumpliendo en mi carne lo que resta de padecer a Cristo en su cuerpo, que es la iglesia. Nada falta, por cierto, a tu superabund­ante Pasión: infinito es su valor, pero el hombre debe personalme­nte apropiárse­lo. Yo veo que el mundo loco multiplica sus pecados, profana tus Sacramento­s, no se sirve de tus padecimien­tos. Y tú misericord­ioso alzas tu cruz sangrienta sobre los que se pierden. Aguardas siempre un Cirineo. ¿Quién será sino todo cristiano comprometi­do?

Enseñanza

Es importante leer los textos bíblicos en su contexto, con una hermenéuti­ca adecuada en su contexto, y recordar que nos invitan a labrar y cuidar el Jardín del Mundo. “Labrar” significa cultivar, arar o trabajar. “Cuidar” significa proteger, custodiar, preservar, guardar o vigilar.

Esto implica una relación de reciprocid­ad responsabl­e entre el ser humano y la naturaleza.

Oración

Dios padre purifica nuestros corazones de la corrupción, de los rencores y de toda suciedad, para que luego no convirtamo­s el mundo en un depósito de basura.

Camino. Simón de Cirene es uno de nosotros y nos enseña a aceptar la cruz que encontramo­s en el camino de la vida.

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Simón de Cirene ayuda a un cansado y debilitado Jesús a cargar la pesada cruz.
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