Una semana para reflexionar

Los días se fueron volando la semana anterior, una semana especial en la que muchos descansaron, otros vacacionaron y en las redes sociales #ss18 se puso de moda, pero pocos en realidad le dieron el sentido verdadero a la semana mayor, o “semana santa”, pocos sabían acaso que el hijo de Dios se hizo carne y dio la vida por nosotros, que murió un viernes y resucitó un domingo, que fueron quince las estaciones antes de llegar a la cruz.

Muchos dirán que es una tradición, pero negar la existencia de Dios es negar nuestra existencia misma, pues de la nada, nada se crea, mucha gente olvida que en esos días Jesús venció la muerte y todo aquello que nos atormenta, que solo hay que tener fe y nunca perder la esperanza, que Dios nos pone a prueba y que para que todo cambie debemos de cambiar nosotros primero, ¿te has puesto a pensar si reflexionaste aunque sea un momento de la Semana Santa? Porque por un lado se refleja que los seres humanos estamos perdiendo muchos valores, y ya a nadie le importa lo que al otro le pase, si yo estoy bien, ¿qué importan los demás? Pero, por otro lado, es un tiempo para compartir, para recordar que todos somos hermanos, para perdonar, pues Dios nos acepta tal cual somos, ¿quiénes somos nosotros para juzgar a los demás? Una semana que quizás estuvo llena de turbulencias, de necesidades, donde siquiera tuviste paz, pues por cosas de creencias o de la vida misma debemos aprender a doblarnos, pero nunca caer, siete días para entender que hay cosas que nunca vamos a entender, y que Dios es amor.

Fernando Erazo Licenciado en Letras