“La vida del músico es viajar, conocer otros paisajes, probar otras comidas”
Martín Pampiglione, vocalista de la banda argentina, conversó en exclusiva con EL HERALDO sobre el legado de su música en sus más de 20 años de existencia, así como de sus próximos proyectos
La banda argentina Los Caligaris celebró su aniversario el pasado octubre con un concierto en el Palacio de los Deportes en la Ciudad de México; interpretaron 30 canciones ante más de 20 mil personas. Este gran festejo salió a la venta el 13 de abril en un DVD llamado “El show más feliz del mundo”, filmado con la más alta tecnología.
Se dice fácil, pero llegar a 20 años de vida dentro de la escena musical es todo un reto. A base de dedicación, constancia y entrega, Los Caligaris se han hecho de un nombre y espacio dentro del rock latinoamericano. Gracias a su música, que tanto pone a bailar a chicos y grandes, el combo argentino se ha erigido como una de las agrupaciones importantes del Cono Sur y América Latina, llevando su ska por todos los rincones del continente, poniendo a bailar hasta el más incauto.
“La vida del músico es viajar, conocer otros paisajes, probar otras comidas, conocer otras culturas”, dice Martín Pampiglione en voz de Los Caligaris, en una entrevista exclusiva para EL HERALDO.
Con la celebración de sus 20 años de carrera musical y después de tantos kilómetros recorridos, ¿qué proyectos nuevos se plantean como banda, en qué se inspiran para crear más música? La vida del músico es viajar, conocer otros paisajes, probar otras comidas, conocer otras culturas... Este último año hemos visitado más de 13 países y si tuviera que elegir qué cosas nos planteamos como banda sería llevar nuestra música a cualquier punto del planeta donde podamos. El año que viene ya tenemos planteado volver a España y de ahí salir a tocar a otros países de Europa, como Bélgica, Alema- nia, Holanda, etc. En la última gira por Estados Unidos hemos tocado con la Tokio ska y siempre que nos juntamos vuelven a invitarnos a compartir algún escenario con ellos en Japón, así que creo que seguir viajando, conociendo y aprendiendo es nuestro mayor anhelo. Nuestras canciones hablan de cosas comunes que nos pasan o alguna historia que nos contaron y nos gustó para llevarla a una canción... Pienso que en todos estos años que pasaron seguimos componiendo las mismas personas, o sea siempre grabamos nuestras propias canciones y eso hace que tengamos una manera propia de escribir, lo que sucede es que uno no compone lo mismo a los 15 años que a los más de 30 que ya tenemos. Digo, nos han pasado muchas más cosas, hemos vivido mucho más, entonces por ahí las historias que llevamos a melodías han cambiado un poquito...
Además, cuando éramos adolescentes no admitíamos hacer canciones más tranquilas y ahora hemos aprendido que el bajón es parte también de la vida y por ahí componemos canciones con letras no tan divertidas y le ponemos una música pachanguera o al revés también.
¿Cuál fue la clave para que Los Caligaris siguieran adelante en este camino, grabando más discos y tocando en muchas partes, ya que son conside- rados un exponente fundamental en el rock y el ska para toda Latinoamérica? No creo que exista una clave o alguna fórmula y si existe yo no la tengo (ja, ja, ja), lo que puedo decir son cosas que nos funcionaron a nosotros; por ejemplo, siempre tuvimos el objetivo muy claro desde el comienzo, quiero decir que siempre la prioridad fue y sigue siendo la banda, otra cosa que puedo decir es que hay que trabajar muchísimo para que funcione en cualquier aspecto de la vida, tal vez quien nos vea en el escenario dice “cómo se divierten estos tipos”. La verdad lo que sucede es que el escenario es la parte más divertida, pero Caligaris tiene un montón de otras cosas que hay que hacer y tal vez no te gustan, pero hay que hacerlas igual, por ejemplo logística. Somos 20 personas que salen de gira, entonces desde comprar pasajes, adónde vamos a comer, adónde vamos a dormir, horarios de prueba de sonido y un montón de cuestiones que se complican y hay que resolver en el momento, todo esto hace que salir a tocar sea la parte más divertida...
Si algún músico piensa que vivir de esto es componer una canción en su casa y la gente después se acerca sola le digo que está muy equivocado, ya que hay que trabajar muchísimo y esa es la única forma que conozco.
Remontándonos al principio de la banda, su álbum debut “Yernos perfectos”, ¿cuál fue su sentir al ver el CD a la venta al público y ver cómo fueron ganando poco a poco fans en todo el mundo hasta el día de hoy? Con el primer CD “Yernos perfectos” tuvimos una historia muy particular, nuestro primer corte fue “Nadie es perfecto” y esa canción rompió todo apenas salió, recuerdo que el CD salió en septiembre y en noviembre ya estábamos primeros en todas las radios...
No me olvido jamás la sen- sación de escucharnos por todos lados y llamarnos por teléfono, “¡poné la radio, poné la radio!”. No había celulares en esa época, nos llamamos al fijo. Después, el segundo y tercer CD si bien no tuvieron un éxito tan grande como el primero, nos sirvió para empezar a tocar en lugares donde nos interesaba, empezamos a hacer festivales importantes de Argentina, pero siempre la idea fue mostrar nuestra música al mundo, entonces con tres discos ya buscamos salir de nuestra patria y así empezamos a viajar a México primero y luego un montón de lugares más.
La energía que expulsan en sus canciones y en el escenario es implacable, algo que parece interminable. La pregunta es, ¿de dónde sacan toda esta energía? La energía que ponemos en un espectáculo es porque realmente la pasamos muy bien en el escenario... para transmitir alegría afuera del escenario primero nos tenemos que divertir nosotros arriba del escenario... Los Caligaris es una banda de amigos y nos llevamos muy bien entre nosotros y sería imposible fingir eso, digo, si me llevara mal con algún compañero se notaría en escena, seguro, y para fabricar alegría primero debemos pasarla bien nosotros mismos. Hace 20 años que estamos en escenarios diferentes, por la edad que tenemos todos nosotros vivimos siendo Los Caligaris más tiempo que no siéndolos, así que es lo que amamos, es lo que somos y es lo que disfrutamos, te puedo asegurar que el día que no nos divierta más o no nos dé una cosquilla especial antes de subir al escenario será el día en que nos bajemos definitivamente de él
Los Caligaris es una banda de amigos, nos llevamos muy bien entre nosotros y sería imposible fingir eso”.