Subsidios
La saludable y oportuna moción presentada por la diputada Doris Gutiérrez abrió en el Congreso Nacional una oportunidad para acabar con el desprestigiado uso de los recursos públicos con fines políticos y personales.
La moción fue aprobada por unanimidad. Después del escándalo del Pacto de la Impunidad, no podía ser diferente. La acusación de cinco diputados que utilizaron más de ocho millones de lempiras es la punta del iceberg de un ilícito que alcanzaría a la mayor parte de diputados.
De acuerdo con la denuncia de la Maccih, unas 30 ONG y al menos 60 diputados están implicados en la apropiación de fondos públicos a través de proyectos falsos que no se ejecutaban.
Pero quizá lo que todavía sorprenda es que aun con los duros cuestionamientos a este desvergonzado robo se haya entregado nuevos subsidios, incluso a diputados de oposición que se rasgan las vestiduras criticando este tipo de prácticas.
En esta oportunidad, como en muchas otras, la maquinaria de la impunidad, que se pinta de todos colores, detuvo el castigo a los involucrados, y no porque quieran salvarlos sino porque este sería el andamio para llegar a la red mayor. La entrega de subsidios ha sido una práctica que además beneficia a los elegidos en tiempos electorales. Todas estas razones son suficientes para que esa moción se convierta en ley y se publique lo antes posible en La Gaceta. Este caso muestra, una vez más, la importancia de contar con operadores de justicia comprometidos con la lucha contra la impunidad. Estamos por elegir
“Se debe acelerar el nombramiento permanente de quien será el vocero de la Maccih”.
al nuevo fiscal general y el adjunto, piezas clave para defender los intereses ciudadanos frente a la corrupción y los controvertidos procesos de elecciones anteriores deben ser motivo de alerta máxima para evitar manipulaciones.
No podemos seguir llevando el país al precipicio. Esta elección debe ser transparente y quien se elija debe haber demostrado en su vida pública y privada que merece la confianza de la ciudadanía y el temor de los corruptos; además, se debe acelerar el nombramiento permanente de quien será el vocero de la Maccih. Quien nada debe nada teme