Letras con filo Cumbre de las américas: el panamericanismo en picada
la más diáfana declaración de “Nuestra América”, para reclamar la condición de independencia de los países de América Latina.
En 1994, Bill Clinton inauguraba lo que fue la I Cumbre de las Américas en la ciudad de Miami, el mismo año en que se firmó el tratado de libre comercio entre Canadá, México y Estados Unidos.
En 1998, en Santiago de Chile la II Cumbre se dedicó a revisar como la región se incorporaba a la propuesta de libre comercio, en Quebec, Canadá (2001), la voz solitaria de Hugo Chávez hizo fuertes críticas al proyecto estadunidense.
Con estos antecedentes, en 2005 en la III Cumbre del Mar del Plata, la propuesta de Estados Unidos se ve frustrada por la presencia en la conferencia de un nuevo liderazgo, Ernesto Kirchner, Lula y Hugo Chávez, se encargaron de hacer pasar al presidente George Busch hijo como el presidente que no logra imponer sus designios al resto de países del continente.
Esto irá orientando a los Estados Unidos hacia una política más dirigida a la firma de tratados de libre comercio con países individualmente, en vez de hacerlo con toda la región.
En la V Conferencia celebrada en Trinidad y Tobago el principal tema fue la crisis económica.
La VI Cumbre en Cartagena, Colombia en 2012, fue una reunión decisiva y la voz de los países Latinoamericanes, nos se hizo escuchar al exigir la presencia de Cuba en eventos de esta naturaleza, esto fue abriendo espacios para que la administración Obama considerara seriamente el reconocimiento del papel de Cuba en el sistema interamericano, país que había venido siendo excluido de este tipo de reunión.
En la VII Cumbre, celebrada en Panamá, la presencia de Cuba por primera vez fue notoria, el tema de esa reunión fue “Prosperidad con equidad: El desafío de la cooperación en las Américas”.
Finalmente, la VIII Cumbre celebra en Lima, Perú, cuyo tema central fue “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”.
Después de más de dos décadas y con ocho reunio- con la presencia de los más altos dignatarios, con temas relevantes en agenda y con grandes expectativas para los pueblos; los resultados no pueden ser más desalentadores. En muchos países aumenta la pobreza, los niveles de desigualdad son alarmantes, la inseguridad en todos sus niveles y la corrupción galopante amenazan las débiles democracias. El neoliberalismo, como modelo económico impuesto desde las grandes transnacionales, ha demostrado su incapacidad para resolver los grandes problemas que nos aquejan.
Lamentablemente, los problemas políticos e ideológicos dividen más a nuestros países, excluyendo a Venezuela de este último conclave
En muchos países aumenta la pobreza, los niveles de desigualdad son alarmantes, la inseguridad en todos sus niveles y la corrupción galopante amenazan las débiles democracias”.