Una decisión a favor de los pobres
No siempre los hondureños están de acuerdo con las resoluciones de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que algunas veces parecieran responder a los intereses de una minoría. Sin embargo, la reciente decisión de revertir el aumento a los precios de los servicios médicos en el Hospital Escuela Universitario beneficiará a esa mayoría que sobrevive con muchas privaciones y que acude a este centro hospitalario para remediar sus males de salud.
En marzo de 2017, en el principal centro asistencial del país, los servicios de emergencias y cuidados intensivos pasaron de ser gratuitos a costar 200 y 500 lempiras, respectivamente. Tales cantidades, sobre todo para esos compatriotas que viven con menos de un dólar al día, son un zarpazo al bolsillo y, además, los disuaden de buscar atención médica para ellos o sus seres queridos en perjuicio de la salud, que es un derecho humano básico. Al abolir los aumentos a los precios, que incluían también partos, hemogramas y medicamentos, la Corte Suprema hizo justicia a aquellos pobladores para los que el Hospital Escuela Universitario es la única opción en salud, como queda evidenciado con la alta demanda de pacientes que llegan de todo el país, algunos apenas con el pasaje. Precisamente, los cuadros de pobreza que se observan en el primer hospital de Honduras son uno de los principales argumentos para quienes defienden la salud gratuita.
Las necesidades en ese centro asistencial, donde la falta de medicinas y los sobrecupos son de todos los días, deben suplirse para bienestar de los pacientes, pero no a costa de ellos.
En ese sentido, corresponde a la Secretaría de Salud dotar de los recursos que requieren hospitales como el capitalino para ofrecer un servicio eficiente y de calidad. Así mismo, ampliar la cobertura sanitaria, mejorar las atenciones en los centros de atención primaria y ambulatorios, además de fortalecer la prevención en salud.
Lamentablemente, hasta ahora nuestro país ha sido considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre los que menos invierten en el sistema sanitario. Ojalá que eso cambie