Educación
Desarrolle habilidades en sus hijos
Los humanos somos seres sociables, no obstante, esto es el resultado de un proceso de aprendizaje que inicia desde nuestra niñez.
El desarrollo de las habilidades sociales en los niños debe ser un proceso importante en la educación de ellos, y son los padres los llamados a motivarlos y guiarlos.
El desarrollo correcto de estas habilidades es lo que le permitirá a los infantes construir relaciones más positivas e interactuar de una mejor manera con los demás, pero no solo eso, también le ayudará a comunicar
lo que le inquieta, le gusta o le molesta.
Según diversos estudios sobre psicología infantil, los niños aprenden mediante la observación, la imitación y la interacción continua. Las habilidades sociales siguen el mismo patrón, aunque puede resultar complejo, ya que cada familia aporta algo diferente a cada niño, puesto que en el núcleo pueden variar los sentimientos, creencias y valores.
El desarrollo de estas habilidades no solo estará marcado por la familia, sino también por las experiencias individuales que cada niño tendrá en su entorno.
¿Cuándo empezar?
Un niño de dos años ya puede comprender el lenguaje social, que tiene que ser comprensible, básico y efectivo. Esta edad es un momento decisivo en el crecimiento del pequeño, porque empieza a ser más consciente de sus capacidades, reclama autonomía, perfila un carácter y es mucho más receptivo a su entorno.
Este lenguaje social se basa en aspectos como el aprendizaje de la escucha activa, que le ayudará a escuchar mientras otro hablan y a respetar el tiempo, aquí usted le enseñará con el ejemplo: si no lo interrumpe, aprenderá a no interrumpir.
En este proceso también debe aprender a mostrar gratitud, saber cuándo y cómo disculparse o incluir un “por favor” en sus demandas. Debe enseñarle a diferenciar entre una petición y una exigencia.
Es esencial el refuerzo positivo, saber decir “gracias”, tolerar, compartir, reconocer cuando los demás hacen algo bien y cuando es él quien se equivoca. También debería saber aceptar cuando pierde, sin que su actitud sea la de derrota total, frustración y enojo