Megamarcha contra la represión de Ortega
Manifestaciones Una numerosa marcha convocada por los empresarios en Managua gritaba consignas contra el gobierno de Ortega y su esposa. Pese al freno a las reformas del Seguro Social, las protestas se mantuvieron
Aunque la chispa que encendió la llama ya se extinguió, Nicaragua se llamó a protestas ayer una vez más, exigiendo cuentas a Daniel Ortega, el líder sandinista que llegó al poder en 1979 y que con absolutismo junto a su mujer y vicepresidenta (Rosario Murillo) mantienen el control del vecino país.
Nicaragua vivió un lunes bajo un clima de tensión y caos pese a que Ortega revocó la polémica reforma al sistema de pensiones que hundió al país en el caos con violentas protestas, saqueos y choques con la policía, que han dejado 27 muertos.
Murillo intentó aliviar la tensión al anunciar en rueda de prensa la decisión de liberar a los detenidos en las protestas, a petición del arzobispo de Managua Leopoldo
Brenes, “estableciendo las bases del diálogo”, indicó.
Sin embargo, esto no detuvo a decenas de miles de personas que marcharon en Managua, en una manifestación convocada por empresarios para exigir el fin de la represión contra los participantes de las protestas que han estremecido al gobierno.
La denominada “Marcha
por la paz y el diálogo” concentró en Managua a trabajadores, estudiantes, pobladores y empresarios, con banderas de Nicaragua y vistiendo camisas blancas o negras, quienes marcharon pacíficamente entonando el himno nacional y gritando consignas contra el gobierno y a favor de los estudiantes detenidos.
“Nicaragua te amo” se leía en algunas de las pancartas de los manifestantes, mientras otros exhibían los nombres de estudiantes muertos en las protestas iniciadas el miércoles pasado.
Convocada originalmente por el poderoso Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la marcha atrajo a un conjunto de sectores disconformes con el gobierno para apoyar las protestas desatadas por una reforma al sistema de pensiones que aumentaría las cuotas obreras y patronales. Empresarios que participaron en la manifestación insistieron en que no acatarán el llamado de Ortega a dialogar si el go- bierno no cumple una serie de con- diciones.
“No nos vamos a sentar en ningún diálogo mientras no se libere a todos los detenidos, mientras no cese la represión y mientras no se den las condiciones necesarias para dialogar”, dijo a la AFP Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua.
La marcha se vivió en un clima de fiesta, en contraste con la violencia desatada en manifestaciones previas, que terminaron con la presencia de fuerzas antimotines que lanzaban gas lacrimógeno y disparaban balines contra manifestantes que respondían con piedras y cocteles Molotov. Al pasar por barrios populares que fueron bastiones de la insurrección popular que llevó a la Revolución Sandinsta en 1979, pobladores salieron a la calle a apoyar a la marcha con banderas de Nicaragua y mangueras para ofrecerle agua a los participantes del movimiento.
"Esta es una acción de los empresarios para desestabilizar el gobierno”. Daniel Ortega Saavedra Presidente de Nicaragua
Diálogo...
Antes de revocar la reforma al sistema de pensiones, Ortega había llamado a un diálogo con el sector privado para superar el impasse.
Sin embargo, el COSEP dijo en un comunicado que condiciona su partición en el diálogo al fin de la represión de manifestantes y de la censura de medios de prensa, así como a una amplia participación ciudadana en las conversaciones.
En tanto, y ante versiones de que la Conferencia Episcopal se reuniría con Ortega en busca de una salida a la crisis, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, descartó la posibilidad. “No veo condiciones para ningún diálogo”, manifestó