500,000 CÉDULAS A LA BASURA = 100 MILLONES CUESTA EL DERROCHE
EXCLUSIVA La indiferencia de los hondureños se paga con dinero pues deberán botarse medio millón de tarjetas de identidad que no se han reclamado en los últimos 20 años.
Unas 500 mil tarjetas de identidad que están engavetadas en las principales oficinas del Registro Nacional de las Personas (RNP) serán destruidas a partir del momento en que entre en vigencia el nuevo documento, anunció ayer el subdirector técnico de la institución, Gerardo Martínez. El hecho de deshacerse de estas tarjetas representará para la institución una pérdida de alrededor de 100 millones de lempiras en virtud de que su costo de impresión anduvo por los 200 lempiras por cada documento.
Estas tarjetas están en su mayoría almacenadas en las oficinas de Tegucigalpa y San Pedro Sula, y por más llamados que las autoridades le hicieron a los usuarios nunca llegaron a retirarlas. Solo se interesaron en tramitarlas vía reposición, aprovechándose muchas veces de la exoneración del pago de 200 lempiras decretado por el Congreso Nacional en los años electorales. Algunas personas solicitaron una identidad adicional atendiendo recomendaciones de terceros de que es bueno contar con dos documentos.
Según el funcionario de la oficina registral, las tarjetas fueron elaboradas a partir de 1996 de forma que miles tienen más de veinte años de estar engavetadas pese a lo cual están en buen estado.
Hay otras que son de reciente elaboración. La pérdida por emisión para el RNP será total porque en el trámite de los documentos no fue posible hacer ningún cobro por estar en vigencia el concepto de la gratuidad. El subdirector técnico hizo un último llamado a quienes tramitaron tarjetas para que las reclamen y que de ese modo las tengan como recuerdo, pero hizo hincapié en que una vez emitida la nueva tarjeta no habrá justificación para seguir con ese archivo inmóvil. El proyecto de una nueva identidad está en proceso y tendrá un costo aproximado a los 1,200 millones de lempiras (50 millones de dólares). Será una tarjeta multifuncional con unas veinte medidas de seguridad
50 millones de dólares costará el nuevo proyecto de identidad.