La panadería es una parada obligatoria en la carretera a Olancho
Al transitar por la carretera que de Tegucigalpa conduce al departamento de Olancho y llegar al kilómetro 17, es obligatorio hacer una parada en ese lugar.
Allí se disfruta de una taza de café o de té de zacate de limón acompañado de rosquillas olanchanas o semitas de yema.
Elvin Jacobo Granados, que es pastor evangélico de la iglesia El Tabernáculo de Guaimaca, Francisco Morazán, y Francisco Javier Alvarado Fonseca son dos empedernidos clientes de doña Cristina Chandías.
“Nosotros cada vez que pasamos por este lugar llegamos a disfrutar de estos productos que son deliciosos. Un vaso de té acompañado de rosquillas o semitas es lo mejor que se puede disfrutar”, dijo Elvin Jacobo Granados mientras compartía parte de lo que minutos antes había comprado.
Por su parte, Francisco Javier Alvarado dijo que aparte de disfrutar del pan en el lugar donde lo fabrican, también compra para llevar a su familia, que también disfruta de la buena calidad del producto.
Juan Antonio Álvarez es otro de los clientes que con frecuencia visita el lugar.
Lo que más le agrada al llegar al local es la atención que recibe de la familia Chandías, pues casi siempre se encuentran en el negocio.
“Lo bueno al llegar a este lugar es que uno encuentra de todo. Aquí hay pan, rosquillas, cuajada, chicharrones, dulces, tortillas y pollo”, detalló.
“Los clientes que llegan por primera vez a la panadería quedan convidados a regresar en cualquier momento, pues son atendidos de la mejor manera y adquieren alimentos a buen precio”, enfatizó Álvarez