Día del Policía Hondureño
El 9 de junio se conmemora a los hombres y las mujeres policías de Honduras, al igual que el aniversario del nacimiento del general José Trinidad Cabañas.
No es de extrañar que la fecha del natalicio del prócer de manos puras haya sido elegida para celebrar a quienes se desempeñan en una profesión que por su naturaleza está expuesta a las tentaciones del dinero y del abuso del poder. Precisamente, a raíz de la reciente captura de un supuesto socio de los Valle en la zona norte del país, a quien se le decomisó un alijo de dólares equivalente a casi cinco millones de lempiras, además de joyas y armas, trascendió que los agentes fueron tentados con la oferta de un soborno que rechazaron para honra de la institución y satisfacción de la población cuya confianza en sus policías camina en una cuerda floja. Y es que los malos policías, vándalos, corruptos, aliados con el crimen organizado, han grabado a fuego y sangre en la población el miedo y la desconfianza en lugar del respeto y la admiración.
La depuración de unos 4,500 elementos del cuerpo policial en los últimos dos años deja ver la magnitud de la corruptela, de la aquiescencia y de la falta al deber de idoneidad entre quienes tienen la misión de servir y proteger.
Los esfuerzos para reducir los índices de criminalidad y violencia, entre ellos los femicidios que han ido a la alza, serán en vano sin policías comprometidos, capaces y decentes. Ellos están llamados a prevenir los delitos, pero también a investigar los ilícitos. Sin embargo, la inseguridad y la impunidad siguen imperando, pese a los recursos millonarios, la creación de nuevos cuerpos policiales y la aprobación de leyes para frenar el crimen en todas sus formas. Pero si no se empieza por quienes son clave en esta lucha seguiremos avanzando un paso y retrocediendo dos.
Con la celebración del Día del Policía Hondureño vendrán nuevos ascensos y es de esperar que esos líderes que se pondrán al frente de la institución hagan su mejor trabajo, acercando a los policías a la comunidad, inculcando el respeto a los derechos humanos y velando también por el bienestar de los buenos policías. Felicidades a las mujeres y los hombres policías que llevan con dignidad su uniforme