Letras con filo Trump y el Grupo de los Siete
reunión en la cual una declaración de las principales potencias económicas, que en su conjunto representan el 64% de la economía mundial, tuvo tanta dificultad y no fue posible una declaración que abordara los temas complejos de la economía y del cambio climático, esa situación es atribuida al conflicto comercial derivado de la política arancelaria del presidente Trump, quien ordenó aranceles a la introducción de acero y aluminio procedente de Canadá, México y la Unión Europea. Por más esfuerzos que hicieron los representantes de Canadá y Francia de suavizar la política impositiva de los Estados Unidos, al final no fue posible y, por el contrario, hubo un lenguaje tenso entre los líderes de las principales potencias del mundo.
La política internacional ha estado siendo enrarecida por las decisiones aislacionistas del presidente estadunidense, cuando decidió unilateralmente retirarse del acuerdo climático de París, decisión que afecta los esfuerzos de varias naciones para combatir las emanaciones de contaminantes que ponen en peligro la salud y el equilibrio de la naturaleza.
A lo anterior hay que sumar el distanciamiento que ha tenido Europa con la política estadunidense por la ruptura de Washington del pacto nuclear con Irán, acción que no ha sido apoyada por Alemania y Francia, en una clara advertencia de que Europa no está dispuesta acompañar a Donald Trump en su política de aislamiento promovida por Washington en los temas que son candentes en la política mundial.
En dicha reunión, Trump repitió su discurso, donde dice que el resto de países se ha aprovechado desde hace décadas de Estados Unidos, que el comercio internacional es “injusto” para los estadounidenses y que “somos como la hucha que todos están robando”, por lo que va a poner fin a esa situación.
Algunos han valorado que lo único que se logró en la reunión anual del G7 fue un “acuerdo en estar en desacuerdo” entre Estados Unidos y sus principales socios.
Probablemente lo más difícil para las economías pudiera estar por venir, la administración Trump ha manifestado que las medidas proteccionistas de su gobierno están determinadas por un problema de seguridad nacional. En el pasado, el propio presidente de la potencia mundial señaló que no se tomaban esas decisiones por elección, sino por necesidad, lo cual pudiera estar dando un mensaje de que las cosas no andan bien en la principal economía del mundo. Hay indicadores de que las políticas de libre mercado están fracasando y que ante eso lo que pudiera venir es un desorden mayor de las economías de muchos países, incluyendo la economía estadunidense. En una economía globalizada, volver al proteccionismo pudiera ser el inicio de una guerra comercial con consecuencias inesperadas
Algunos han valorado que lo único que se logró en la reunión anual del G7 fue un ‘acuerdo en estar en desacuerdo’ entre Estados Unidos y sus principales socios”.