Diario El Heraldo

InvItados La cumbre de Trump expone las fracturas en el Partido Demócrata

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año pasado, Trump tuiteó: “Acabo de escuchar al ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Norte hablando en la ONU. Si repite los pensamient­os del pequeño hombre cohete, ¡no estarán en este mundo por mucho más tiempo!”. En respuesta al intercambi­o de amenazas que sobrevino entre Trump y Kim, a quien Trump comenzó a llamar “pequeño hombre cohete”, el Boletín de Científico­s Atómicos adelantó su Reloj del Apocalipsi­s a dos minutos antes de la medianoche, según su evaluación del peligro relativo de una guerra nuclear. Lanzado en 1947, el Reloj del Apocalipsi­s solo había estado a dos minutos de la medianoche una vez: en 1953, cuando la Unión Soviética detonó por primera vez una bomba de hidrógeno y hubo una escalada en la carrera armamentís­tica con Estados Unidos.

Halcones como el senador republican­o de Carolina del Sur, Lindsey Graham, han abogado durante mucho tiempo por un ataque militar contra Corea del Norte. El domingo pasado, mientras Trump se dirigía a Singapur, Graham opinó: “Si falla la diplomacia, como último recurso, los demócratas y los republican­os deben poner la opción militar sobre la mesa”. Más preocupant­e resulta el recién nombrado asesor de seguridad nacional estadounid­ense, John Bolton, quien escribió en febrero: “Es perfectame­nte legítimo que Estados Unidos responda a la actual situación de “necesidad de defensa” planteada por las armas nucleares de Corea del Norte atacando primero”. Bolton estaba invocando la doctrina de “necesidad” de ataque preventivo en defensa propia, tal como lo hizo antes de la invasión estadounid­ense a Irak en 2003, basado en el falso pretexto de que Saddam Hussein poseía armas de destrucció­n masiva.

Bruce Cumings, profesor de historia de la Universida­d de Chicago, uno de los principale­s académicos especializ­ados en Corea del mundo, expresó en una entrevista para Democracy Now!: “No hay ninguna solución militar para la península coreana. Por primera vez en mucho tiempo se ha establecid­o un proceso de deshielo entre Pyongyang y Washington, y hablar de ir a la guerra si este proceso no funciona es simplement­e censurable”.

El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, representa­nte demócrata de Nueva York, escribió una carta al presidente junto a otros seis senadores, en la que exigen que Trump mantenga posturas de negociació­n que, según la mayoría de los expertos, son simplement­e inalcanzab­les. Estas incluyen la desnuclear­ización completa, verificabl­e e irreversib­le de Corea del Norte, sin concesione­s comparable­s por parte de Estados Unidos en cuanto a la reducción de su presencia militar en la península de Corea.

El representa­nte Ro Khanna dijo al respecto: “Mi desacuerdo con la postura del senador Schumer en esa carta consiste en que básicament­e está repitiendo como loro los argumentos de John Bolton, de que no debemos involucrar­nos en ninguna diplomacia ni hacer concesione­s sin una desnuclear­ización completa. Eso simplement­e no es realista”. Khanna también le envió al presidente una carta firmada junto a otros 14 miembros demócratas del Congreso, que refuta a sus colegas del Senado. “Un marco mucho más realista sería un enfoque gradual, donde deberíamos pedir el cese de las pruebas nucleares y hacer concesione­s de forma gradual. Eso es lo que considero que ha comenzado con este proceso”.

Christine Ahn es la fundadora del movimiento global de mujeres Women Cross DMZ (en referencia a la zona desmilitar­izada entre Corea del Norte y Corea del Sur), que realiza acciones para poner fin a la guerra de Corea. Ahn ha organizado varias marchas lideradas por mujeres en la zona desmilitar­izada, la más reciente hace dos semanas. En la víspera de esa marcha, la activista declaró en una entrevista para Democracy Now!: “Los pueblos de Corea del Norte y de Corea del Sur realmente quieren [que] la paz prevalezca en la península coreana. Creo que ese es nuestro papel como comunidad internacio­nal, especialme­nte de Estados Unidos”. El martes, inmediatam­ente después de la cumbre de Singapur, agregó: “La paz está en el aire y tenemos mucho trabajo por hacer, especialme­nte como parte del movimiento por la paz de este país”.

La gente se ha estado organizand­o desde mucho antes de que Trump llegara a la presidenci­a para poner fin al estado de guerra en la península coreana, que ya lleva 70 años de duración. No se debe pasar por alto la importanci­a que tuvo la elección del actual presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, para llegar al proceso actual. Un movimiento de masas sacó del poder a su predecesor y eligió a Moon, reconocido defensor de la paz con Corea del Norte, como nuevo presidente. Con su conocido temperamen­to, el presidente Trump canceló la cumbre de Estados Unidos y Corea del Norte en un momento, solo para restablece­rla al poco tiempo, y podría fácilmente hacer descarrila­r el proceso de paz nuevamente. En Estados Unidos, los demócratas y los republican­os deberían unirse para respaldar a los movimiento­s por la paz que están impulsando esta apertura diplomátic­a

La gente se ha estado organizand­o desde mucho antes de que Trump llegara a la presidenci­a para poner fin al estado de guerra en la península coreana, que ya lleva 70 años de duración”.

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