Sumida en luto y manifestaciones, Nicaragua continúa diálogo
Conversaciones Ortega ha mostrado su interés en hablar sobre la democratización, pero no sobre su mandato
Nicaragua intenta mantener el diálogo entre el gobierno de Daniel Ortega y la oposición que quiere sacarlo del poder en medio de una incesante violencia que elevó a 178 los muertos en dos meses de protestas.
El gobierno izquierdista y la oposición se encontraron el sábado por segundo día consecutivo tras reanudar las conversaciones mediadas por los obispos católicos. Pero la reunión estuvo ensombrecida por la muerte de ocho personas, seis de ellas cuando un grupo armado incendió su casa con una bomba molotov.
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, acusó del incendio a manifestantes que están en las barricadas.
Además otras dos personas murieron atacadas por encapuchados cuando intentaban despejar una carretera que había sido bloqueada, según la policía.
Adelantar las elecciones
El diálogo, reabierto el vier- nes, “abre la posibilidad, al menos teóricamente, de tratar el tema de la democratización”, cuyo alcance dependerá de la voluntad de Ortega de cumplir con los acuerdos, afirmó a AFP el abogado y economista Enrique Sáenz, un disidente del gobernante sandinismo.
En la cita las partes decidieron reunirse hoy para dereformas batir vías para la democratización del país, incluyendo el adelanto de las elecciones presidenciales de 2021 a marzo de 2019. El plan contempla trabajar en la separación de los cuatro poderes del Estado, actualmente controlados por aliados de Ortega, principalmente el Consejo Supremo Electoral.
Propone, además, que las constitucionales requeridas para adelantar los comicios entren en vigencia este año y que en ellas se elimine la reelección presidencial para impedir que se vuelva a postular Ortega, en el poder desde 2007. El mandatario ha expresado su disposición de trabajar por la democratización, pero no se pronunció sobre la eventual reducción de su mandato que culmina en enero de 2022.
En las conversaciones el gobierno aceptó invitar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la Unión Europea a observar la situación de violencia y represión, pese a que se
había opuesto al inicio.
“Lo que Ortega está haciendo es ganar tiempo” en la mesa de diálogo, mientras trata de cambiar la correlación de fuerzas a su favor, aumentando los niveles de represión contra los manifestantes, dijo el sociólogo y analista óscar René Vargas.
Para Enrique Sáenz, la visita “de organizaciones internacionales de credibilidad como la CIDH” permitirá “mostrar descarnadamente la realidad que está viviendo el pueblo nicaragüense por la represión del régimen”.
Las partes también convinieron en crear el sábado una Comisión de Seguridad para analizar cómo levantar los bloqueos que los manifestantes han instalado en las principales carreteras del país para presionar por la salida de Ortega. No obstante, la oposición advirtió que seguirá cortando las rutas hasta que cese la represión