Invitado “La tempestad”: Shakespeare en La Mosquitia
monarquía británica.
Lejana y propicia para las leyendas y verdades de oportunismos aventurero como el de Gregor McGregor (17861845), autodenominado príncipe de Poyais.
El imaginario de la estafa del reino de Poyais (La Mosquitia) de Gregor McGregor nos invita a romper la invisibilización, las estrategias de dominio, el poder de las formas de explotación, a desencadenar la conciencia que busca la pertenencia natural en la tierra y la dignidad.
Shakespeare nos legó la magnífica pieza teatral “La tempestad” donde la isla de Próspero para el grupo Muskitia Sinska, dirigido por el director Tito Ochoa, se convierte en una inmensa isla adherida a nuestra memoria, pero perdida en la lejanía del desarraigo.
La Mosquitia es el Caribe, es la extraña de nuestros pueblos marginados, desconocidos en la esencia con el fin de someterlos.
La puesta en escena con arreglos musicales de Alfredo Corrales y escenografía de Marco Licona nos introduce con la limpieza marcada por las acciones físicas que Tito Ochoa con magistral diseño nos expone a jóvenes que por primera vez participan en un montaje teatral con procedimientos y técnicas de actuación.
Las voces, el ritmo, el sonido y los vestuarios nos lanzan hacia el siglo XIX, pero a la vez nos acerca tanto en tiempo y espacio a lo que somos, a nuestros miedos y búsquedas. La vieja colonización y la nueva forma de dominio marcada por las fuerzas que encadenan la belleza, la libertad y la soberanía nos remiten al orden de explotación cargado de violencia.
Con soltura, Tito Ochoa e Inma López ponen en escena una obra marcada por diversas interpretaciones, complejas búsquedas en el ser shakesperiano.
Si Carl. G. Jung encuentra en Calibán el inconsciente del poderoso Prós- pero que junto a Ariel se encargan de manipular y organizar el equilibrio de dominio, para Muskitia Sinska, Calibán encarna a esa mayoría poblacional sometida, pero que lanza sus energías de lucha desde Lempira a Berta Cáceres, es la epidermis de nuestra historia, de nuestra esperanza y camino ineludible de romper las cadenas.
Los imaginarios de intrigas por mantener el poder, la venganza y las ambiciones marcan los pactos de Próspero, quien finalmente acepta el matrimonio de su hija Miranda con Fernando.
En el margen Calibán nos invita a conocernos en nuestras esencias, sin prejuicios, pero ganando conciencia de nuestra condición y levantando sus manos convoca a una tempestad humana por la dignidad y el empoderamiento de nuestra tierra, de los bosques, del agua y de la vida
Luz Ernestina Mejía
La Mosquitia es el Caribe, es la extraña de nuestros pueblos marginados, desconocidos en la esencia con fin de someterlos”.
“Con soltura Tito Ochoa e Inma López ponen en escena una obra marcada por diversas interpretaciones, complejas búsquedas en el ser shakesperiano”.