Dos familias capitalinas de luto dejó rastra mortal
Una de las víctimas era un joven católico que sostenía un equipo de fútbol y el otro un motorista del transporte urbano.
Un amante del fútbol y de las buenas costumbres, muy arraigado a su pequeña pero amorosa familia, un joven de trabajo y hogar.
Así lo definieron familiares y amigos que compartieron los 27 años de vida de Carlos Alfredo Flores Zelaya, cariñosamente conocido en la colonia Ramón Amaya Amador como “Cafú”.
Carlos Alfredo fue una de las dos víctimas mortales del fatídico accidente ocurrido la tarde del jueves, en el bulevar Fuerzas Armadas, entre las colonias 21 de Febrero y El Progreso, en Comayagüela
Los restos mortales del popular “Cafú” fueron velados en la zona también conocida como El Pantanal, desde la noche del jueves hasta este día que será su sepelio. La afluencia masiva a su velatorio, según sus parientes, solo confirmó el don de gente de Carlos y lo mucho que era apreciado por su vecinos y amigos de El Pantanal. “Te-
níamos una relación muy bonita, él me llamaba, me preguntaba por mi hija, el viernes fue la última vez que nos vimos por que fuimos a hacer un mandado en la moto de él”, recordó Cristy Flores, la única hermana de Carlos Alfredo. Agregó que “esto ha sido muy difícil y duro para nosotros”. Jairo Alemán, amigo de Carlos, contó que “el domingo pasado jugó su último partido, recuerdo que fue contra el equipo Boca Juniors, de la liga de aquí de la Ramón Amaya Amador”, detalló. El ahora extinto había fundado junto a su padre un equipo llamado Emproísta, con jóvenes que asisten a la iglesia católica de El Pantanal. Carlos laboraba para una empresa de diseño gráfico en la colonia 21 de Febrero, lugar hacia donde se dirigía esa tarde luego de hacer unas diligencias propias del trabajo.
Por su parte, Santos Ebelio Contreras Colindres (37), el otro fallecido derivado del incidente, estaba a unos 30 metros de llegar a su casa en la colonia 21 de Febrero cuando fue embestido por el taxi con registro 5227, que fue empujado por la rastra sin control. Santos era un motorista con 19 años de experiencia y laboraba en los buses rapiditos de la ruta Quezada-centro. Ese día no fue a trabajar. Las dos víctimas del accidente serán sepultadas hoy en distintos cementerios de la capital. Mientras tanto Ángel Jonathan Torres Morazán, motorista de la rastra, hasta ayer no había sido puesto a la orden de los tribunales