Ortega pone a su consuegro como jefe de la policía
Desde el día que iniciaron las protestas desapareció de la escena mediática la comisionada titular
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, realizó cambios en la jefatura de la Policía Nacional, en cuyo cargo puso a su consuegro, el comisionado Francisco Díaz, publicó este jueves el diario oficial La Gaceta.
El acuerdo presidencial señala que Díaz quedará en posesión de su cargo a partir del 5 de septiembre, mientras que la primera comisionada Aminta Granera pasará a retiro. Granera fungía desde 2011 como directora de la entidad policial, pero desapareció del escenario público a finales de abril en medio de rumores de renuncia tras el estallido de protestas antigubernamentales que han dejado más de 300 muertos, 2000 heridos, detenidos y desaparecidos.
El comisionado Díaz es uno de los cuatro funcionarios de Nicaragua sancionados por Estados Unidos con la llamada Ley Magnitsky, que castiga a personas señaladas de incurrir en actos de corrupción o involucradas en violaciones a los derechos humanos. El Departamento del Tesoro estadounidense dio a conocer el 5 de julio la adopción de sanciones contra Díaz, quien ya fungía como subdirector de la Policía Nacional y lo señaló por “abusos a los derechos hutelevisión manos y corrupción”.
Diaz “es considerado el líder de hecho y ha conducido diariamente” a la policía, dijo entonces el Departamento de Estado. En esa función, Díaz “se implicó en serios abusos a los derechos humanos contra el pueblo de Nicaragua, incluyendo asesinatos extrajudiciales”, según los alegatos del Tesoro estadounidense.
El acuerdo presidencial de Ortega también ratificó en sus cargos de subdirector a los comisionados generales Adolfo Marenco y Ramón Avellán, este último al frente de la plaza de Masaya, una de las ciudades más castigadas por las fuerzas combinadas de la policía y paramilitares