dos textos inéditos de uno de los más grandes poetas de honduras
En el año 2012 Pompeyo del Valle abrió las puertas de su casa para una entrevista con EL HERALDO. Al finalizar el diálogo nos entregó dos textos escritos a mano, inéditos, que publicamos ahora como un homenaje póstumo
Todos los hombres mueren. Los hechos y las obras de algunos hombres, sin embargo, gozan de una pequeña y poderosa inmortalidad en la memoria humana. Este es el caso de Pompeyo de Valle.
En un mundo que se ha vuelto abismalmente superficial, Pompeyo cultivaba la complejidad del amor que luego convertía en poesía. Amaba Tegucigalpa como un experimentado hombre que sabe que el objeto de su amor es igual de hermoso y cruel que el calor de un volcán reventando. Y de esta tensión amorosa nació un libro como “Ciudad con dragones”, y de esta tensión amorosa (aunque el objeto del amor cambiaba) nació toda su obra: irónica y confesional, amarga y dulce, a veces suave como una música acogedora, pero capaz de impactar la conciencia con la certeza de un golpe.
No construyó su obra con esa pirotecnia verbal con la que algunos escritores buscan sorprender a los lectores inocentes. Toda su trabajo resplandece por su transparencia, porque se deja leer con la misma mansedumbre que un cuerpo desnudo. Con el lenguaje sencillo de las cosas cotidianas se con- virtió en uno de los grandes renovadores de la poesía hondureña.
A este maestro de la palabra le hice una entrevista en 2012. Me recibió en su casa de la colonia Villa Olímpica. Recuerdo que hablamos de su obra, de Walt Whitman, de la fe en el cambio social, de la ironía y del amor en la ironía. Al final de la entrevista me entregó dos textos escritos a mano, en carbón. El más largo, “Acerca de la utilidad de la poesía”, es una pequeña biografía literaria y una respuesta a una pregunta que sólo adquiere sentido cuando la contesta alguien con la lucidez de Pompeyo del Valle: ¿para qué sirve la poesía? El segundo es la confesión de una experiencia dolorosa y de cómo nació una de sus obras más finas: “Monólogo de un condenado a muerte”. Publíquelos cuando pueda, me dijo.
Por cuestiones de espacio estos textos no pudieron aparecer junto a la entrevista en marzo de 2012, luego el trabajo y las circunstancias los traspapelaron por más de cinco años, esperando que se les hiciera justicia. Ahora, como un tributo a su memoria, EL HERALDO publica estos dos escritos inéditos de Pompeyo del Valle, uno de los más grandes poetas que ha tenido Honduras